Buenas noticias. Juan Luis Cruz ha vuelto para quedarse. El veterano piloto tinerfeño se ha tomado las subidas de Tamaimo y Arona-La Escalona como ensayo, casi como examen, para ver sus sensaciones al volante de un coche de competición, pero es sólo la carrerilla antes de dar el salto a un coche de mayor calibre que el Mitsubishi Lancer Evo VII.
“Cuando en 2011 lo dejé no fue por falta de ganas de correr, sino porque la situación económica no nos lo permitía. Pero siempre nos quedó las ganas de volver algún día”, admitió Cruz en el programa ‘Motor en la Onda’ que se emite a diario en Onda Cero Canarias. “El salir en Tamaimo y en Guía de Isora fue para ver qué tal me sentía y la idea, efectivamente, es poder hacerme con un coche más competitivo con el que poder hacer alguna subida de vez en cuando sin tener que meterme en un campeonato”.
Cinco años son muchos años sin competir, por ello, Cruz quería volver a retomar la actividad “cuanto antes”. Por eso recurrió al Evo VII, un coche que no es santo de su devoción pero que ha cumplido su papel. “Este coche sirve para eso y para poder medirte con los demás y aunque son muy buenos coches, hay diferencias abismales entre unos y otros y hay que meterse en cuestiones en las que, a mi edad, yo no quiero entrar. Hay que hacer mucha inversión para que sea competitivo”.
Su plan, claro está, pasa por cambiar de coche de cara a 2017. Pero siendo un piloto con un ‘paladar’ tan exquisito como el de Juan Luis, ¿cuál? “Un WRC es competitivo, pero los ‘dos litros’ son coches anticuados que llevan un mantenimiento especial y por ahí ya he pasado ya. ¿Un R5? Considero que para un campeonato regional es un coche limitado siempre que haya un GT o un WRC lo van a tener complicado, si van con normativa FIA”. Blanco y en botella: “A mí lo que me atrae un montón es un GT, un Porsche. La gente me recuerda más por los tracción total, pero yo empecé con coches de propulsión trasera”, señaló.
No hay duda de que será un Porsche, pero ¿qué Porsche? “Es la idea, pero no hay nada mirado. Me gustaría que fuera un 2010, pero queda mucho para el próximo año. Habrá que analizarlo bien porque no quiero equivocarme. Lo que sí sé es que será un coche ya hecho, con pedigrí y estar seguro de lo que estamos comprando”. Despejada esa equis, la otra tiene que ver con el dónde. “Una cosa es lo que me gustaría y otra lo que podré hacer, pero siempre me quedaron las ganas cuando corría de hacer un campeonato regional al completo, pero parece que ahora, como está el calendario, tampoco es el momento”, admitió quien fue uno de los reyes de la montaña canaria. “La idea es tener un buen coche y hacer las carreras que me apetezcan sin meterme en campeonatos”.
“No hay cartera que lo aguante ni cuerpo que lo resista”, dijo de este calendario insensato que hace imposible compatibilizar diferentes campeonatos. “Antes, cuando había una carrera de asfalto era sólo una; ahora, en cambio, pueden coincidir hasta tres. Es algo inaudito y estamos convirtiendo el automovilismo en carreras de pueblo”.
