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Con el Ioniq híbrido y eléctrico iniciando su carrera comercial en el mercado, esta misma plataforma ha servido para presentar las ventajas del sistema LiDAR para el desarrollo de la tecnología destinada a los coches autónomos.
De momento sólo es un prototipo y su objetivo es mantener la mayor simplicidad en los sistemas de conducción pilotada para lo que se ha utilizado las cámaras del control de crucero inteligente y el sistema de cambio involuntario de carril integrándolas con la nueva tecnología.
El dispositivo se sitúa en el parachoques delantero en lugar de en la zona alta del parabrisas y está compuesto de un radar frontal que detecta la ubicación y la velocidad de los objetos en la trayectoria del vehículo, un conjunto de tres cámaras que revelan la proximidad de los peatones, las líneas de carril y las señales de tráfico, una antena GPS para controlar la ubicación exacta del vehículo, un sistema de radar de detección de ángulo muero y los datos cartográficos recogidos de la base Hyundai MnSoft.
Estas características autónomas se apoyan en el equipamiento que ya ofrece la gama Ioniq como el sistema de frenado autónomo de emergencia con detección de peatones, control de crucero inteligente, sistema de alerta de cambio involuntario de carril y alerta de tráfico trasero.
Hyundai ya cuenta con los permisos necesarios para probar sus coches autónomos en entornos urbanos. Junto a estos también sigue experimentando con dos Tucson Fuel Cell autónomos en el Centro de Investigación y Desarrollo de Hyundai Motor en Namyang, Corea del Sur.
