Audi explora nuevos espacios de actuación en el que desarrollar sus ideas. Es el caso del Q8 concept presentado recientemente en Detroit, un SUV de grandes dimensiones en el que se integra con sutileza un interesante patrón de diseño con reminiscencias de estilo cupé..jpg)
Su longitud -5,02 metros- es ligeramente menor que la del Q7 aunque si es algo más ancho y bajo poniendo de manifiesto una vista frontal imponente en la que resalta la parrilla Singleframe octogonal cuyo marco gana en presencia y grosor. Los faros, con tecnología Matrix láser, mantienen su diseño plano sin embargo ahora presentan un espacio abierto en el borde inferior para dar la impresión de que están flotando. Una estrecha tira de LED situada por debajo del borde del capó frontal sirve tanto para la luz dinámica de los intermitentes como para la luz de marcha diurna.
Su nueva arquitectura se pone especialmente de manifiesto cuando se observa su siluete. La ligera caída del techo en la sección posterior se complementa con otros recursos de diseño como las ventanillas sin marco y la ausencia de manecillas en las puertas, sustituidas en esta ocasión por sensores táctiles. Los espejos retrovisores de diseño poliédrico y las formas.jpg)
abombadas de los paneles y los pasos rueda recuerdan el estilo utilizado en el recientemente presentado Q2.
Especialmente interesante resulta las soluciones que se manejan para dar forma a la parte posterior. La tira de luces que se extiende por todo el ancho de la parte trasera parece adentrarse en sendos aletines situados en los extremos de la carrocería mientras todo el conjunto se corona con un prominente alerón. El difusor está realizado en aluminio en el que se encastra una estructura realizada de Carbono Atlas en acabado brillante.
Es importante reseñar que el interior mantiene sus cuotas de habitabilidad intactas incluso en aquellas plazas reservadas a los ocupantes de los asientos traseros. A partir de ahí se descubre un habitáculo absolutamente vanguardista mediante el uso de soluciones que ambientan un espacio avanzado en una atmósfera de elegancia y deportividad únicas. Lo vemos en el uso de un.jpg)
túnel central flotante donde se aloja la transmisión tiptronic de ocho velocidades o en el uso de grandes pantallas táctiles para el control de las diferentes funciones del vehículo en una versión ampliada de lo que conocemos como Audi virtual cockpit, ahora con mayor resolución de pantalla - 1.920 x 720 píxeles -. Esta se complementa con un nuevos dispositivo de proyección en el parabrisas head-up display con tecnología inteligente de realidad aumentada.
Acompañado de la etiqueta e-tron, el Q8 concept se revela como un híbrido enchufable dotado con un motor de combustión de 3 litros TFSI de 333 CV y 500 Nm de par, asociado a una unidad eléctrica de 100 kW y 330 Nm. En conjunto, la potencia total del sistema se sitúa en 449 caballos y nada más y nada menos que 700 Nm de par.
Los datos sobre sus prestaciones y rendimiento son toda una declaración de intensiones. Así, sus responsables informan que acelera de 0 a 100 km/h en 5,4 segundos y alcanza una velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h..jpg)
El consumo se sitúa en 2,3 litros a los 100 kilómetros, equivalente a unas emisiones de 53 gr/km de CO2. A su vez y gracias a las baterías de iones de litio con capacidad de 17,9 kWh, su autonomía eléctrica es de 60 kilómetros mientras que la autonomía total utilizando también el motor TFSI es superior a los 1.000 kilómetros. Para cargar la batería por completo con una toma de salida de 7,2 kW se necesitan, aproximadamente, dos horas y media.
Durante la conducción y mediante el sistema Audi drive select, la gestión de los distintos modos de conducción se realiza de forma casi intuitiva para lograr ese propósito de máxima eficiencia.
