Como les contamos la semana pasada, RMC Motorsport aún tiene un último ‘gran proyecto’ por atar y éste puede llegar en comunión con el equipo tinerfeño Auto-Laca y con Luis Monzón como piloto. El satauteño, doble campeón de España de Rallies, lleva meses deshojando la margarita sobre qué hacer: si vuelve o no a primera línea de batalla o sigue en la retaguardia.
Aunque el hecho de haber terminado su etapa como promotor del Rally Islas Canarias le ha dado un pequeño respiro, su papel de empresario abarca muchos más frentes y el tiempo es el mayor problema con el que puede tropezarse Monzón si decide regresar con un programa completo en el CERA.
Si decide liarse la manta a la cabeza hay dos opciones, aunque la que más le convence es subirse a un Ford Fiesta R5 con las últimas especificaciones que M-Sport empleó en WRC2. No se trata de la ‘Evo2’ que anunció esta semana el preparador británico, sino el Fiesta R5 Evo con los componentes que diferencian a una unidad oficial de una ‘carreras cliente’.
Monzón se llevó una buena impresión del Ford en el Rally Princesa de Asturias, pero quiere contar con el mejor material posible ante el desembarco de nuevos R5 de última generación. La decisión está pendiente de un test que deberá llevarse a cabo en los próximos días.
La otra alternativa es subirse a la última adquisición de Auto-Laca: un Skoda Fabia R5. El equipo tinerfeño es el principal responsable de que Monzón pueda volver con aspiraciones a su tercer título nacional, aunque como en los últimos programas realizados por Miguel Fuster, si el satauteño se decide por el Ford lo hará conjuntamente con RMC Motorsport.
Más aún, en este proyecto en el que M-Sport, del que el preparador leonés es distribuidor autorizado para España, también tiene algo que decir. Nunca antes ha puesto a disposición de un equipo material ‘pata negra’, salvo en el R5 que condujo Mads Ostberg en el Rally Islas Canarias.