Después de varias semanas de especulaciones, apuestas e intrigas, el Campeonato del Mundo, más concretamente, sus nuevos protagonistas, han vertido por fin las primeras referencias al cronómetro esta tarde, en Monte-Carlo, sobre un tramo de 3.35 kilómetros, próximo a Gap, donde Sébastien Ogier ha lanzado el primer aviso en los albores de esta nueva temporada, que va a intentar volver a dominar desde las filas de un nuevo equipo.
El galo ha estrenado los colores de M-Sport de la mejor manera posible: ganando el shakedown, con suma autoridad, por una contundente ventaja de 6.1 segundos sobre el piloto con el que va a compartir asistencia a partir de ahora: Ott Tänak.
Los dos alfiles de Malcolm Wilson han sido los más rápidos de su clase en el primer tramo de pruebas de la temporada. Pero entre ellos se ha clasificado, para sorpresa general, Andreas Mikkelsen, que se ha mostrado capaz de situarse a espaldas de Ogier, por delante del resto de primeros espadas del Mundial, al volante del Skoda Fabia R5 con el que debuta en este rallye.
Jari-Matti Latvala también ha propiciado otra de las sorpresas de la sesión, al clasificarse cuarto con el nuevo Toyota Yaris WRC, la gran incógnita para este curso. Los Hyundai i20 Coupé WRC de Hayden Paddon y Dani Sordo han finalizado a espaldas del finlandés. Juho Hänninen ha sido séptimo, seguido de Thierry Neuville y Eric Camilli, el segundo más rápido entre los WRC2.
Extrañamente, los Citroën C3 WRC han pasado completamente desapercibidos al salir con ruedas de seco, para no desgastar ninguno de los neumáticos de contacto que han nominado de cara al rallye.
Pepe López ha finalizado decimoquinto entre los R5. Surhayen Pernía, copilotado por el canario Rogelio Peñate, ha sido tercero en el shakedown entre los Renault Clio oficiales inscritos en Monte-Carlo.