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Viera y Cruz se intercambian el liderato

  • Viera tuvo un golpe en Las Medianías y Cruz pinchó en Santa Úrsula
  • Gran primera sección de Raúl Quesada, cuarto absoluto con el Twingo R2
  • Eduardo Domínguez ha conservado la segunda plaza desde el arranque

Esta tercera cita del regional canario de rallys no pudo tener un arranque más intenso. La lluvía caída recientemente quiso darle un plus de emoción a estos primeros compases de la prueba y hacía de la elección de neumáticos un factor determinante en esta sección inaugural. En San Agustín-Icod El Alto eran, contra todo pronóstico, Alfonso Viera y Víctor Pérez quienes marcaban el mejor crono en esos menos de siete kilómetros. Juan Luis Cruz y Carlos Arocha (Subaru Impreza WRC) tenían un arranque muy tímido y sólo podían ser terceros a 8,1’’, perdiendo más de uno por kilómetro. Por delante de él, Eduardo Domínguez y Dailos González, empezando a encontrarle la sintonía al Mitsubishi Lancer Evo X y asaltando el liderato del grupo N con gran autoridad.

Uno de los rivales más serios de Cruz y Viera, Roberto Negrín, no tomaba la salida en el que representa su segundo cero de la temporada tras el del Rally Villa de Santa Brígida. Se le complica mucho el año al ex campeón regional de montaña. Tras Viera, Domínguez y Cruz, la cuarta posición fue para un impresionante Renault Twingo R2 de Raúl Quesada y Pedro Domínguez, que se quedaban a menos de cinco segundos del Impreza WRC y, como no, con Enrique Cruz y David Rivero (Ford Fiesta R2) a su estela, a sólo cuatro décimas y como quinto clasificado de la provisional.

Con esta nueva machada, los pilotos de la R2 se colaron en una lucha que no debía ser la suya, por eso los Súper 1.600 de Pedro Afonso-Javier Afonso (Renault Clio) y Jorge Dorta-Tagother Vargas (Citroën Saxo) les seguían en sexta y séptima plaza en una horquilla de segundo y medio respecto a Quesada y Cruz. José Luis Barrios y José Antonio de la Torre (Subaru Impreza) quedaban descolgados de la lucha por el grupo N a las primeras de cambio, aunque con el objetivo claro de sumar puntos de cara al regional. Crístofer Reyes y Texenery Rodríguez (BMW M3) eran los primeros líderes del grupo TA desde la novena plaza, seguidos de Roberto González-Víctor Febles (Mitsubishi Lancer Evo VI), Eloy Moisés-Roberto Correa (Peugeot 206 RC) y Cheché Brito-Yeray Brito (Citroën Saxo Kit Car) en su vuelta a las carreras.

Empieza el baile

Pero el rally acababa de empezar y el estrecho tramo de Las Medianías dio el primer vuelco en las primeras posiciones. Con el asfalto húmedo y con barro en algunos puntos de sus 4,8 kilómetros, Juan Luis Cruz empezó a carburar con el Impreza WRC y se hizo con su primer scratch de la temporada. Era un tramo propicio para un tracción total, de ahí que en esta segunda especial sufriera y mucho Alfonso Viera, que como en el último tramo del Rally Islas Canarias, golpeaba la zaga del Porsche y perdía veinte segundos respecto al nuevo líder, Juan Luis Cruz.

Mientras los campeones del interinsular de Tenerife y del regional de la pasada temporada se intercambiaban las posiciones, Eduardo Domínguez mantenía el tono a pesar de haberse dejado más de doce segundos en Las Medianías y conservaba la segunda posición. Pero la sorpresa vendría de nuevo desde mucho más atrás en la lista de inscritos. Una bala de color blanco, amarillo y negro cruzó los 4,8 kilómetros de Las Medianías con un crono dos décimas mejor que el del tinerfeño haciéndose así con el segundo mejor crono absoluto en esta especial. Raúl Quesada demostraba una vez más que siempre marca la diferencia en el peor de los escenarios. El barro que se situaba a la orilla del asfalto se convirtió en una trampa a medida que fue ensuciándolo y esto obligó a todos los pilotos a extremar la precaución, pero el líder del regional de la R2 se hacía con un ‘tiempazo’ que le permitía amarrar la cuarta posición absoluta.

Justo en el otro extremo, Enrique Cruz y David Rivero perdían aquí casi toda posibilidad de disputarle el rally al dañar el puente trasero en su Ford Fiesta y perder más de medio minuto respecto a su rival en la R2. Además, el tinerfeño caía de la quinta a la decimotercera plaza, aunque no se daba por vencido.

El rally se cobraba una nueva baja en la figura de Cheché Brito y Yeray Brito en este segundo asalto, algo que no afectaba a la pelea por las primeras posiciones. La quinta era para Pedro Afonso (Renault Clio S1600) con Crístofer Reyes (BMW M3) ascendiendo de la novena a la sexta en un tramo que no podía pintar peor para un propulsión trasera como el suyo. Aún así no estaba todo dicho, ni mucho menos, ya que desde la cuarta plaza de Quesada hasta la novena de Roberto González había menos de trece segundos. Jorge Dorta (Citroën Saxo S1600) y José Luis Barrios (Subaru Impreza) seguían enganchados a ese grupo desde la séptima y octava posición.

Otra vez Viera

Pero aún quedaba Santa Úrsula, y si un tramo antes era Viera quien perdía el timón por culpa de un pequeño golpe, aquí era Juan Luis Cruz quien sufría un pinchazo en su Impreza y se dejaba 14,2’’. El liderato seguía siendo de ida y vuelta y en esta tercera especial volvía del lado del piloto de Copi Sport. Y en medio de ese baile, con neumáticos de agua en su Evo X, Eduardo Domínguez se mantenía como espectador de excepción inamovible en la segunda posición, a sólo 3,6’’ del líder y a 4,1’’ de Cruz.

Más seco, pero todavía con humedades, esta tercera especial empezó a definir las posiciones más allá del podio provisional. Raúl Quesada no podía frenar aquí a la jauría de coches mucho más potentes que el suyo que llamaban a la puerta de la cuarta plaza, dejándosela al Clio Súper 1.600 de Pedro Afonso, perseguido por el BMW M3 de Crístofer Reyes, quinto absoluto por delante del líder de la categoría R2, ya que Enrique Cruz –que pudo completar la sección a pesar de ir con el puente trasero totalmente torcido- perdía algunos segundos más, pero cerrando estos tres primeros tramos a 37,2’’ del grancanario.

Los cambios se sucedían, así Roberto González ganaba dos puestos a costa de Jorge Dorta –octavo- y José Luis Barrios –noveno-, con Berti Reyes (BMW M3) sumándose a este grupo desde la décima plaza absoluta a pesar de llevarse algún susto en forma de ‘chapa’.

En el plano organizativo, la Escudería Daute Realejos ha tenido que lidiar con un principio de rally difícil. Un accidente obligó a parar momentáneamente el primer tramo y, minutos después tuvieron que hacer una pausa en los otros dos por razones de seguridad. Esto obligó a espaciar la salida de los equipos ralentizando enormemente la celebración de toda esta primera sección que se complicó por culpa de la climatología.

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