La espera se ha hecho larga, pero finalmente la pretemporada ha concluido y la cuarta década del Campeonato del Mundo de Rallys ha dado comienzo en una cita mítica para todos los apasionados a este deporte, el Rally de Montecarlo. La competición no se iniciará hasta mañana, cuando se celebrará la primera etapa, pero esta mañana la disputa del shakedown ha anticipado lo que veremos a lo largo de los próximos cuatro días en Valence y en el Principado de Mónaco.
Después de una larga noche en la que la nieve no dejo de caer, esta mañana todos los pilotos prioritarios salían desde el parque de asistencia situado en Valence hacia el plateau de Lautagne, donde se disputó el shakedown de la prueba monegasca. Una vez allí, en el tramo de 3,58 kilómetros de longitud, los equipos se encontraban con un trazado que estaba totalmente cubierto de nieve y que además presentaba traicionarías placas de hielo en la calzada. Para deleite de los muchos aficionados que se encontraban apostados en las cunetas, a estas condiciones extremas se le sumó el hecho de que en las dos primeras pasadas los pilotos punteros iban sin neumáticos de nieve, debido a que cuando ya habían salido para el test el director de carrera autorizaba el uso de neumáticos con clavos, algo que normalmente está prohibido.
Por lo tanto, tras el primer envite los resultados eran un poco confusos, puesto que Bryan Bouffier –inscrito con un Citroën DS3 WRC de PH Sport– aprovechaba la desventaja de sus rivales y la mejoría de la calzada para anotarse un rapidísimo crono que le situaba en cabeza. Finalizadas las dos primeras pasadas, los pilotos oficiales regresaban al parque de asistencia para, ahora sí, calzar los neumáticos con clavos y volver a la acción con un buen agarre. Estas otras dos pasadas de las cuatro máximas ofrecieron unos resultados más habituales con un Sébastien Loeb que marcó el ritmo hasta que en el último momento el piloto del Qatar WRT, Thierry Neuville, lo relegó hasta la segunda plaza.
Por detrás del nueve veces Campeón del Mundo de Rallys se situaron Evgeny Novikov y el finés Mikko Hirvonen. El de Jyväskylä precedió al primer Volkswagen Polo R WRC, el de Jari-Matti Latvala, que terminaba a más de cuatro segundos del líder y que a su vez superaba a Ogier, quien durante una de las pasadas del shakedown se iba recto en la primera curva impactando contra un talud. Afortunadamente el galo pudo continuar sin que su montura sufriese serios daños.
Mientras tanto, Dani Sordo, quien afirmó que este año ira por todas, terminó séptimo perseguido por el jefe de filas del Qatar M-Sport World Rally Team, Mads Ostberg. Tras el noruego se colaba el primer vehículo Súper 2000, el cual pertenecía a Tomas Kostka y que comandaba a los pilotos del WRC2 por delante de Wiegand, Juho Hänninen, Esapekka Lappi, Martin Prokop, Michal Kosciuszko -que disputará toda esta temporada con Mini JCW WRC- y Bryan Bouffier, respectivamente.