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Volvo S60: una berlina a la escandinava

  • Su diseño sigue la línea que ya estrenaron, entre otros, el XC60.
  • El motor, un 5 cilindros para lograr unos mayores índices de suavidad.

Echando una ojeada rápida al anterior S60, cualquier parecido parece pura coincidencia. Del clásico perfil plano de tres volúmenes de las antiguas berlinas suecas, el nuevo sigue las miguitas de pan que han dejado por el camino antes que él los C30, C70 y XC60. Quizá porque esa senda ya se ha hecho, el S60 lo hace con más gracia. El frontal es inconfundible, tanto por los grupos ópticos con diodos LED para la luz diurna como por la calandra cruzada por la franja cromada que acompaña el emblema de Volvo.

El diseño es una de las grandes conquistas de Volvo en la última generación de modelos. Además de seguros, fiables y funcionales, sus últimos lanzamientos tienen una personalidad inquebrantable, convirtiéndose –en el caso del coche que nos ocupa- en una alternativa a la letanía de berlinas deportivas que siguen llegando al mercado. Porque el S60, y lo puede decir bien fuerte, es berlina a pesar de su amaneramiento coupé y es deportivo como el que más.

La fluidez de la línea que recorre la silueta del S60 podría corresponderse perfectamente al de un hatchback si el voladizo trasero fuera más corto. El techo tendido y la zaga apuntada son constantes de esa última hornada de berlinas que disimulan los tres volúmenes en busca de un perfil más deportivo. El capó, muy abultado, es el punto de arranque de la nervadura que recorre todo lo largo de la carrocería pasando por el techo hasta llegar al tímido alerón trasero que remata el portón. Los hombros musculosos o la línea que da volumen a la base de las puertas  ahúsan el lateral del S60 a medida que se acercan al morro. Las ventanillas, enmarcadas por una moldura cromada también realzan ese rasgo en cuña.

Nada corriente

En el interior, como por fuera, quién ha visto y quién ve ahora a Volvo. La funcionalidad, la simplicidad y la claridad siguen siendo los tres principios alrededor de los cuales orbita todo el puesto de conducción, pero con la diferencia de que lo que los envuelve tiene una imagen fabulosa. No estamos diciendo que en el pasado la marca sueca pecara de vulgaridad ni mucho menos, pero en el pasado la practicidad a veces se confundía con la simpleza y el nuevo S60 huye de todo lo que huela a corriente.

El volante multifunción, con la base del brazo central en metal bruñido, o el cuadro con relojes cuyas esferas encierra unos pequeños display digitales o la consola central con una distribución de los múltiples mandos que concentra al estilo de los smart phones son excelentes botones de muestra de lo que decimos. Es el mismo estilo escandinavo, tan minimalista y elegante, que ha conquistado otros campos como la arquitectura o el interiorismo, que ahora también quiere marcar tendencia en el automóvil.

Y no exageramos. Sólo hay que abrir de par en par las puertas y mirar detenidamente los sillones –más que asientos- con unos reposacabezas apuntados muy característicos, o la onda sobre la que descansa la consola central que Volvo ha denominado ‘flotante’ y que crea tras ella un útil hueco portaobjetos. También es característica del S60 la pantalla multifunción a color de hasta siete pulgadas que se encaja en el salpicadero.

A sus mandos, el Volvo S60 es uno de esos coches que transmite calidad en los pequeños detalles. De hecho, en Suecia están tan seguros de este producto que lo comparan con las marcas con modelos Premium dentro del segmento D. Incluso los tiradores de las puertas se salen de lo habitual convirtiéndose en el apéndice final de la moldura cromada que recorre el panel de las puertas pasando por los reposabrazos. Frente a otras berlinas de su clase y precio, la principal ventaja que aporta es la sensación de amplitud y lo intuitivo de todos sus mandos, sin excepción.

En las plazas traseras, a pesar de esa imagen tan coupé y estilizada, el nuevo S60 ofrece treinta milímetros más de espacio a nuestros invitados. El maletero tiene una capacidad de 380 litros, aunque en caso de necesidad, los respaldos traseros divididos en proporción 40/60 pueden incrementar ese volumen.

En marcha

La búsqueda de la deportividad también ha guiado el desarrollo del chasis del S60. Al ser un producto de lanzamiento global, en Volvo han optado por crear dos versiones de bastidor: uno para el mercado europeo –más enérgico- y otro para el resto del mundo en el que es el confort quien parte el bacalao. Para los conductores continentales suspensiones, subchasis delantero y trasero y también la dirección ganan en firmeza para proporcionar un mayor caudal de sensaciones. Esto se traduce en un coche que pisa bien sobre el asfalto y que es muy preciso a la hora de atacar las curvas. ¿Deportivo? Es muy noble y divertido, pero no se olvida de que como buena berlina, el confort no se puede dejar de lado.

Respecto al motor diesel de 163 CV de potencia –un common rail sobrealimentado de dos litros denominado D3- no tiene nada que envidiar a otros propulsores de un nivel de potencia similar. Lo más llamativo es que respecto a un cuatro cilindros en línea o un V6, Volvo recurre a un bloque de cinco cilindros en línea en busca de una mayor suavidad. La caja automática Geartronic de seis velocidades responde perfectamente al tacto del acelerador, disponiendo también de un uso manual, para conductores que quieran sensaciones más deportivas.

Muy muy seguro

Si al empezar este reportaje hablábamos de cómo Volvo convirtió la seguridad en uno de sus principales –y sólidos- argumentos de venta hace muchos años, todavía hoy puede seguir esgrimiéndolo. Aquí también se nota la escuela escandinava en sistemas como el detección de obstáculos en el ángulo muerto (BLIS) que nos advierte de posibles estorbos a la hora de cambiar de carril; el de detección de peatones con posibilidad de frenar completamente el vehículo en caso de peligro de atropello; o el City Safety, otro sello de la casa en Volvo y que de serie en el S60 reduce las posibilidades de un impacto por alcance.

Además, desde la marca se asegura que el control de estabilidad avanzado que estrena este modelo representa una generación más allá en este tipo de sistemas de seguridad activa. La razón hay que encontrarla en un nuevo sensor que identifica cualquier tipo de pérdida de control en una fase muy temprana, permitiendo tanto al control de tracción como el de estabilidad, actuar antes de que sea demasiado tarde.

Elegante, joven, seguro y bien equipado, el nuevo Volvo S60 es una buena demostración de que no sólo en Alemania y Francia se hacen muy buenos coches.

Precio desde. 32.000 euros

Precio de la unidad probada. 40.700 euros ( acabado Momentum con motor 2.0 Diesel D·3 163 cv)

Opcionales unidad probada: Caja de cambios automática Geartronic, Pack Safety, Cámara trasera, Pintura metalizada, Tapicería en piel, Llantas de 18´Sleipner

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