Aunque desde 1986 pasó a integrar la baraja de marcas del Grupo Volkswagen, SEAT es una de las joyas de la corona de la maltrecha economía española. El próximo 9 de mayo se cumplirán setenta años de su fundación como la Sociedad Española de Automóviles de Turismo, S.A., un encargo del Gobierno de Franco al Instituto Nacional de Industria (INI) para, siguiendo la estela de la italiana Fiat –y fabricando sus coches bajo licencia–, impulsar la motorización de un país que todavía sufría los efectos de la Guerra Civil.
‘La Seat’, como se la conoció durante muchísimos años, no sólo fue capaz de democratizar la movilidad en España; en su transformación ha capitaneado también el desarrollo económico e industrial hasta representar un 1% del Producto Interior Bruto y el primer inversor industrial en I+D del país. Su plantilla está compuesta por 15.000 empleados y el pasado año facturó 11.157 millones de euros.
En realidad, siete décadas después, SEAT no es sólo la única marca automovilística que diseña, desarrolla y fabrica vehículos en España; ahora, en pleno proceso de electrificación y de exploración de caminos alternativos en cuanto a movilidad, es un fabricante tecnológico a nivel mundial.
Cinco coches al día
Ha sido un largo camino que empezó a fraguarse tres años después de la constitución de la empresa con un capital de 600 millones de pesetas. La fábrica de la Zona Franca de Barcelona comenzó a operar en 1953 y, a pleno rendimiento, era capaz de producir cinco unidades del modelo 1400. Esta planta alumbró otros vehículos históricos que motorizaron el país entero como el 127 (1,2 millones de unidades).
Tras la adquisición por parte del Grupo Volkswagen, otro de los hitos más importantes en la historia de SEAT se produjo con la apertura en 1993 de la planta de producción de Martorell. Con una inversión de 1.470 millones de euros, esta fábrica multiplicó la capacidad de producción de la marca, llegando a ensamblar hasta 1.500 unidades diarias de la segunda generación del Ibiza y del nuevo Córdoba.
En la actualidad, SEAT conserva tres centros de producción en Barcelona, El Prat de Llobregat y Martorell, donde se fabrican 2.300 unidades al día de los Ibiza, Arona y León, mientras que los Ateca, Tarraco, Alhambra y Mii electric se producen en plantas que el Grupo Volkswagen dispone en la República Checa, Alemania, Portugal y Eslovaquia, respectivamente. Si en sus inicios los operarios de SEAT eran capaces de ensamblar cinco unidades del 1400 cada día, hoy por hoy sólo han de pasar tres minutos para alcanzar ese ritmo de producción.
Ibiza y León, los de más éxito
A lo largo de toda su historia, SEAT ha producido más de 19 millones de vehículos y lanzado 75 modelos entre versiones y distintas generaciones. El Ibiza es, de largo, el de más éxito con 5,8 millones de unidades producidas, frente a los 2,3 millones del León. Hay que tener en cuenta que el Ibiza (1984) le lleva 15 años y dos generaciones al compacto (1999). Le siguen en ese ranking al que más pronto que tarde accederán sus modelos todocamino, los extintos 127 (1,2 millones), Córdoba (1,03 millones) y Toledo (1,02 millones).
Desde muy pronto, SEAT mostró una clara vocación exportadora. En 1965 hizo su primera remesa de modelos con Colombia como destino; 55 años después, el 80% de su producción tiene como destino otros países, hasta el punto de ser el primer exportador industrial español con casi un 3% del total de la economía nacional. Sus coches se distribuyen en un total de ochenta países de los cinco continentes.
Futuro eléctrico
Como el resto de fabricantes, SEAT está inmersa en un proceso de reconversión hacia la movilidad eléctrica que tuvo como primer fruto el nuevo Mii Electric (hermano del Volkswagen e-up! y del Skoda Citigo-e iV) y que va a tener continuidad con el-Born (segundo modelo 100% eléctrico) y el desarrollo de toda una gama de versiones híbridas enchufables (PHEV) cuyos primeros exponentes son el nuevo León y el Tarraco.
Paralelamente a ello, SEAT también se ha reafirmado en su enfoque deportivo al dar pie a la marca CUPRA. Fundada en 2018 como un esqueje de su rama de altas prestaciones, el Formentor (que tendrá una variante PHEV) va a ser el primer modelo especialmente concebido para ella, además de seguir recogiendo los modelos más potentes y deportivos, como el Cupra Ateca o el nuevo Cupra León. Con esta maniobra, la compañía espera poder llegar a nuevos clientes y también a nuevos mercados.
El Grupo Volkswagen también ha querido que SEAT esté en la avanzadilla que explore tendencias de la movilidad del futuro. Por ello, lidera la estrategia de este gigante de la automoción en lo que a nuevos productos y servicios de movilidad urbana se refiere mediante SEAT Urban Mobility. Esta ramificación de la marca ha dado pie al primer scooter de la compañía, el eKickscooter Concept, y el patinete eléctrico EXS Kickscooter.
