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BMW F 850 GS Adventure, sin limitaciones

  • Motor bicilíndrico de 853 cc y 95 CV

Los viajes en moto no son una novedad, ni lo es intentar conquistar lugares inhóspitos a los que casi nadie ha llegado (algo cada vez más difícil). La oferta para responder a esta demanda es amplia y en el catálogo de cualquier fabricante no sería difícil encontrar una representante que se ajuste de una u otra manera a este propósito. 

El segmento trail es, sin duda, el más recurrido. Su polivalencia, postura de conducción pero sobre todo su nobleza de funcionamiento son cualidades que se asocian perfectamente a esta actividad. Pero incluso dentro de este universo hay marcas que son verdaderos especialistas en la materia. Ello les obliga a afinar más ofreciendo versiones específicas que refuerzan ciertos aspectos concretos de su naturaleza para convertirlas en auténticas trotamundos.

Es el caso de BMW y la F 850 GS Adventure. Derivada de la variante estándar F 850 GS, sus responsables han implementado una serie de modificaciones en su estructura y en el motor bicilíndrico de 853 cc y 95 CV que no sólo mejoran su agilidad y capacidad para afrontar grandes travesías sino que inciden directamente en su respuesta en condiciones off road.

Concretamente, su actuación es más suave, con menos vibraciones proporcionando a su vez un sonido más potente. No es lo único, cuenta además con embrague con función anti-rebote para mitigar los efectos del freno motor, y  ‘autoamplificación’ para suavizar el accionamiento de la maneta izquierda. El motor transfiere la potencia a la rueda trasera mediante un cambio de seis velocidades lo que asegura además un buen rendimiento y eficacia a velocidades de crucero.

Pequeños cambios en la carrocería frente al modelo convencional persiguen este mismo fin. Es el caso de los amplios paneles situados a ambos lados del depósito, el nuevo parabrisas ajustable en dos posiciones de mayor tamaño, o los protectores para las manos. Su función es optimizar la ergonomía y aumentar el confort durante los largos viajes. Estos junto a la presencia de unos reposapiés anchos tipo enduro nos recuerda que su zona de influencia no se limita al asfalto y que las pistas de tierra y los terrenos abruptos también pueden formar parte del itinerario.

Se agradece además que la marca haya tenido el detalle de contemplar la posibilidad de contar con ajuste tanto de la palanca del freno de pie como del cambio. Todo el conjunto se completa de serie con unas barras de defensa del motor y una parrilla portaequipajes de acero inoxidable que hacen honor a su vocación aventurera.

Pero BMW, como marca de primer nivel, siempre se guarda un as en la manga en forma de pequeños ‘gifts’ que ponen en valor su aprecio por el detalle. Elementos que se encuentran en la lista de opcionales como el faro de LED integral o un faro auxiliar integrado también por pequeñas lámparas, el equipamiento de conectividad asociado a la pantalla TFT o la llamada de emergencia que dejan a un lado la discreción para poner el listón del lujo un puntito por encima de las demás.

 

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