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Toyota Corolla, vuelta a los orígenes

  • El diseño potencia su imagen dinámica y deportiva
  • La actuación mejora mediante el uso de una nueva suspensión
  • Equipado con el propulsor de 180 CV acelera de 0 a 100 km/h en 7,9 seg

No es ningún secreto que el apogeo comercial de los SUV ha tenido una incidencia directa en las ventas de otras categorías. Aún así la fórmula asociada a los compactos sigue más vigente que nunca como demuestra el vehículo que hoy les presentamos con una imagen fresca y emocionante y una dinámica que ya quisieran para sí muchos de los ejemplares ahora tan en auge.

La nueva plataforma GA-C, la misma sobre la que se construye el Toyota C-HR, es fundamental para entender los valores sobre su conducta al permitir configurar el vehículo con un bajo centro de gravedad lo que reduce los siempre desagradables vaivenes de la carrocería e incrementa el control en conducción en cualquier escenario.

Su actuación mejora notablemente mediante el uso de una nueva suspensión, principalmente la trasera multibrazo, una auténtica delicia por su efectividad. Su capacidad para absorber las incómodas irregularidades de la carretera es destacable y transmite una sensación de suavidad intachable cuando se circula en ciudad. En autopista y autovías la impresión de confort y estabilidad es la misma incrementada por un mayor aislamiento del habitáculo frente a los ruidos provenientes del motor o de la propia rodadura.

Esta aclaración tiene un por qué y determina las ventajas de una propuesta que refuerza su posicionamiento mediante la introducción del nuevo motor –Hybrid Dynamic Force- de 2.0 litros de prestaciones mejoradas en el que prevalece el ahorro de combustible y las bajas emisiones.

EL MÁS EXTROVERTIDO

Desde el exterior su fisonomía le delata. Toyota insiste sobre un diseño que a pesar de su evolución es reconocible con una postura baja, de proporciones contenidas, lo que le otorga una silueta característica subrayada en este caso por el acabado bi-tono de la variante “Agua”.

Frente a las otras dos variantes -Sedan o el Touring Sports- expuestas durante la presentación,  la carrocería hatchback retoca ciertos aspectos que tienen que ver con su actuación para poner de relieve un carácter más animoso, donde prima la agilidad y una respuesta más directa.

Esta circunstancia se manifiesta también en el diseño diferenciado de las tres versiones. En el cinco puertas la altura es más baja, el capó es más plano y largo y la forma de la parrilla, proyectada hacia delante, es más estrecha y angulosa. Los faros, en todos los casos,  son de LED y cuentan con luces de circulación diurna. En el borde inferior se sitúa un spoiler invertido con las pequeñas luces antiniebla muy cerca de los flancos.

De perfil y dada la mayor amplitud del ancho de vía, el vehículo gana en presencia. Las llamativas llantas de 18 pulgadas en negro con el contorno plateado son fiel reflejo de su carácter, al igual que los abultados pasos de rueda que conectan con la sección posterior de acabado curvado. Todo ello en combinación con un mayor grado de inclinación del parabrisas trasero, la existencia del alerón y el estilo adoptado por el parachoques con el reborde inferior adornado con una doble inserción cromada otorga una imagen general más deportiva.

POR DENTRO

La nueva arquitectura influye también de forma decisiva en el interior. Tanto los asientos delanteros como los traseros se encuentran en una posición más baja del mismo modo que se ha reduciendo la altura del salpicadero. Es más significativo el salto de calidad referente a materiales y acabados con lo que la ambientación gana en distinción.

La composición sigue siendo simple anteponiendo la funcionalidad y la ergonomía frente a otros aspectos. Los asientos con resaltes para un buen apoyo lumbar son de nuevo diseño y fuera del área de influencia del volante y la consola principal sólo encontramos el botón del sistema arranque inteligente, los mandos del climatizador bi-zona, el selector de los modos de conducción ubicados sobre el túnel central y los de activación de las funciones de seguridad al alcance de la mano izquierda. Dispone a su vez de cargador inalámbrico, conexión USB y auxiliar.

Sobre el diseño en cascada del salpicadero a la altura de la columna central, flota la pantalla táctil de ocho pulgadas. Esta acoge las funciones de la última evolución del sistema multimedia Toyota Touch 2 sobre la que se proyectan también las imágenes de la cámara de visión trasera.

La variante “Agua” cuenta además con sistema de reconocimiento de señales de tráfico, de seguridad precolisión con detector de peatones y ciclistas, avisador de cambio involuntario de carril y control de crucero adaptativo.

CAMBIO DE PLANTEAMIENTO

Toyota continúa dispuesta a poner cierto sabor picante a sus propuestas sin desviarse en exceso del compromiso adquirido hace ya más de 20 años. Lo hemos visto recientemente con el lanzamiento del Yaris GR Sport y muy pronto, con el mismo apellido, asociado al modelo que nos ocupa. El planteamiento en origen es el mismo, sobre la base mecánica de un motor híbrido hacer una representación estilística de su amplio bagaje deportivo.

El Corolla Hatchback S es sólo un paso más en esta dirección introduciendo un nuevo sistema híbrido a partir de la combinación de un motor  de 2.0 litros de 180 CV y un motor eléctrico 80 kW accionado por una batería autorrecargable. El par máximo desarrollado es de 202 Nm.

El resultado permite ofrecer tanto una conducción emocionante como brindar momentos donde se anteponga la eficacia de combustible. La arquitectura general ya hemos visto que responde en ambos sentidos. Para ello no sólo cuenta con tres modos de conducción, incluido la nueva posición ‘Sport’, sino que se añade una transmisión secuencial (Shiftmatic) de seis velocidades operativa desde las levas situadas detrás del volante.

Todo cuadra, la pronta intervención del motor eléctrico en fuertes aceleraciones le permite subir de revoluciones casi como un vehículo sólo eléctrico alcanzando los 100 km/h desde parado en 7,9 segundos según datos oficiales. Si se apela a su faceta más amable las cifras no son menos sorprendentes, 3,7 l/100 km equivalentes a 85 g/km de CO2. La guinda, una mayor autonomía y una aceleración incrementada  hasta los 115 km/h en modo eléctrico.

 

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