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Volkswagen exhibió el pasado fin de semana en un evento en Suiza y ante un nutrido grupo de entusiastas de la familia de los vehículos eléctricos del fabricante alemán, el ID.X Performance. El show car muestra las posibilidades creativas y de desarrollo de la plataforma MEB. El resultado es un vehículo con clara orientación deportiva basado en la berlina ID. 7, último integrante de la gama eléctrica de Volkswagen, dotado con tracción a las cuatro ruedas y un nuevo sistema de suspensión orientado a las prestaciones.
Su aspecto lo delata. Tanto el faldón delantero como el alerón y el difusor trasero están realizados en fibra de carbono. Además, los ingenieros han aumentado la convergencia 80 milímetros y rebajado 60 milímetros la suspensión deportiva con muelles especialmente rígidos, adoptando una postura más radical y eficiente en términos aerodinámicos. A enfatizar su carácter extremo contribuye también las llantas de aleación deportiva de 20 pulgadas, con una única tuerca central, y los neumáticos de competición. En el interior, los asientos son tipo bucket de carbono para proporcionar una sujeción óptima mientras la ambientación está salpicada de detalles en color rojo.
En términos de prestaciones, el ID.X Performance equipa dos motores, uno en cada eje. El trasero es síncrono de excitación permanente mientras el delantero asíncrono para así obtener una tracción a las cuatro ruedas. Las ventajas de este tipo de tracción son una capacidad de sobrecarga más breve y unas pérdidas por deslizamiento especialmente bajas. Como resultado, este tipo de motor es ideal para suministrar potencia a corto plazo como función de sobrealimentación. El par de accionamiento se controla mediante un gestor de la dinámica del vehículo, que también gestiona el funcionamiento del bloqueo del diferencial del eje trasero en el ID.X Performance. La gestión de esta función se realiza a través de una pantalla independiente de 17 centímetros de diagonal situada en la consola central.
La energía del sistema de propulsión de doble motor es suministrada por la batería de alimentación, que permite una elevada potencia continua y breves tiempos de carga gracias a una capacidad de hasta 200 kW.
