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Más potencia y cambio automático, eso sí, opcional

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Tras los rumores sobre su renovación, hace pocas fechas atrás conocíamos de su existencia. Hoy, la nueva edición del Toyota GR Yaris es una realidad, evolución que junto a algunos cambios estéticos se centra en el motor, con un aumento de sus prestaciones, y la ampliación de sus facultades mediante la introducción de una nueva transmisión automática de ocho velocidades. Tranquilos, es opcional.

No obstante, los ingenieros y miembros del equipo Toyota Gazoo Racing responsables de su desarrollo no han dejado ni un solo elemento por revisar. Es el caso, por ejemplo, del chasis, la suspensión e incluso la posición del conductor frente al volante, revalorizando su estatus de vehículo capaz de despertar sensaciones que coquetean con el mundo de las carreras. Vayamos por partes.

MOTOR

Quienes han tenido la suerte de ponerse a los mandos del GR Yaris saben de lo que hablamos. El proyecto inicial, inspirado en el trabajo desarrollado por TGR en las unidades destinadas al mundial de rallies, recibió todo tipo de elogios. El modelo presentado hace tan solo unos días en el Salón del Automóvil de Tokio, perfecciona cada detalle de la edición original en base a los avances y los logros conseguidos, que no son pocos, a lo largo de los últimos años en competición.

Para ello, y como premisa inicial, se ha aumentado la potencia del motor 1.5 litros de tres cilindros. Ahora ofrece 19 CV más y 30 Nm adicionales, alcanzando una potencia total de 280 CV y 390 Nm de par máximo. No ha sido la única intervención, para mejorar su resistencia y durabilidad, anuncian, se han montado unos pistones más ligeros, con unos segmentos resistentes al desgaste y un nuevo sensor de la presión de la admisión al tiempo que se han reforzado las válvulas y se ha incrementado la presión de inyección del combustible D-4ST.

Asociado al motor, Toyota introduce como alternativa una nueva transmisión automática de ocho velocidades. El objetivo, señalan, es conseguir mayor velocidad en los cambios de marcha. Obviamente, al aumentar el número de marchas respecto al cambio manual, las relaciones son más cerradas. La gestión de su funcionamiento se ha afinado mediante nuevos ajustes en los programas de conducción -Sport, Normal y Eco-, interviniendo no sólo en la selección del cambio de marchas sino también en otros parámetros como la dirección asistida eléctrica o la respuesta del acelerador.

Como el GR Yaris original, el sistema de tracción total GR-Four ajusta el equilibrio entre la tracción de las ruedas delanteras y traseras variando el reparto de par mediante tres perfiles -Normal, Sport y Track- adaptados a distintas situaciones durante la conducción.

CHASIS

Cualquier actualización que se precie, máxime en un vehículo con las características y carácter del pequeño y potente deportivo de Toyota, lleva aparejado una revisión de su respuesta en términos de agarre y equilibrio al aumento de sus prestaciones. Para ello se ha incrementado la rigidez de la carrocería. Lo que no varía es el sistema de suspensión compuesto por barras McPherson delante y un sistema de horquillas dobles detrás. Eso sí, se han introducido nuevos ajustes, en concreto explican, “se han añadido más tornillos para sujetar los amortiguadores delanteros a la carrocería y así eliminar los cambios de alineación que se pueden producir cuando el cojinete superior se deforma al conducir con cargas elevadas. Los resortes delanteros y traseros también se han ajustado para optimizar el rendimiento y mejorar el control de manejo”.

INTERIOR Y DISEÑO

Los cambios en la configuración de la organización de la operativa en el interior son toda una curiosidad, no hay duda de su influencia. Los controles de uso más común en conducción deportiva están aún más cerca del conductor. Es el caso del pulverizador del intercooler o el desactivador del control de estabilidad.

El campo de visión del conductor desde el volante también se ha ampliado rebajando el borde superior del cuadro de mandos y cambiando la posición del retrovisor. Del mismo modo se ha rebajado el asiento del conductor en 25 mm aumentando así la sensación de control.

El cuadro de instrumentos presenta dos formas de visualización, normal y deportivo, esta última incluye datos sobre el rendimiento deportivo del vehículo. Otra curiosidad, para bajar de marcas con el cambio automático hay que empujar la palanca hacia delante y tirar de ella para subirlas ¿Hay que explicar dónde está inspirada esta solución?

El diseño, por su parte, conserva buena parte del look original aunque se han introduce algunos elementos nuevos que apelan a la mejora del rendimiento aerodinámico del vehículo. Es el caso de la nueva parrilla a la que se ha incorporado una nueva malla de acero más ligera. Los huecos de ventilación de los extremos del parachoques también presentan un nuevo acabado y una mayor abertura para mejorar la corriente de aire que fluye hacia los neumáticos y los frenos.

En la parte posterior, una abertura en el borde inferior del embellecedor inferior permite que salga el aire de los bajos, lo que reduce la resistencia aerodinámica y mejora la maniobrabilidad y la estabilidad del vehículo, y dispersa el calor procedente del sistema de escape.

Otros cambios son la reubicación de la luces antiniebla delanteras y la reunión de la iluminación posterior, es decir, los faros principales, luces antiniebla, de marcha atrás y la luz de freno trasero, sobre un pretil continuo en mitad del portó

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