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Este paisaje me suena, habrán dicho algunos competidores, y es que el recorrido previsto para el día de hoy volvía hoy a Al-Ula, el punto desde donde partió esta edición del Dakar. La etapa constó de 436 kilómetros de especial y 225 de recorrido de enlace no exentos de dificultad.
En este escenario, Adrien Van Beveren ha sabido adaptarse bien a la posición de “guía” que ha ocupado durante la mayor parte de la jornada para imponerse en la meta. En coches, Sébastian Loeb ha hecho lo que tenía que hacer, empujar, no obstante, el líder, el español Carlos Sainz, le ha concedido poco margen.
La resistencia extrema pone a prueba físicamente a los competidores y en momentos como este la estrategia empieza a jugar un papel importante. Adrien Van Beveren lo sabía sin embargo la jugada no le podía haber salido mejor. Y es que mientras sus rivales pisaron el freno ayer para salir hoy muy por detrás de él, el francés puso todo su talento a prueba, incluso en un recorrido que no es el que más le favorece. A la cabeza de la carrera durante gran parte del recorrido, navegó a la perfección manteniendo un ritmo elevado, lo que permite recuperar su puesto en el podio provisional. Aún tiene un retraso de 11'16'' frente a su compañero en Honda Ricky Brabec pero parece que no ha dicho su última palabra.
El estadounidense ha sido el gran beneficiado de la jornada, ya que su posición de salida (7º) le ha permitido progresar rápidamente hacia la meta y aumentar su ventaja al frente de la clasificación general. El californiano también se benefició de los numerosos errores de navegación de Ross Branch, que ahora se encuentra a 7'09". Con todo, Brabec no ha ganado ni una sola etapa, pero ha terminado 2º en cuatro ocasiones como hoy, lo que podría ser la fórmula ganadora para este 2024.
Si echamos un vistazo a la clasificación en coches, vemos que el nombre de Carlos Sainz no aparece en lo más alto en las etapas, pero lleva en el primer puesto de la general desde la tarde de la “Crono de 48 horas”. La actuación del
día no le garantiza la victoria en la general, pero la estrategia de cubrir la especial en convoy con sus dos compañeros de equipo, Mattias Ekström y Stéphane Peterhansel como guardaespaldas, ha ofrecido un respiro al líder de Audi. Sigue manteniendo a su perseguidor directo a una distancia razonable, en un momento en el que cada etapa representa un paso de gigante hacia el éxito.
Sébastien Loeb asume en estos momentos que su única oportunidad de romper con la noorma de los últimos años es salir al ataque, con la dosis de riesgo que implica pisar el acelerador al máximo. El francés se ha adjudicado hoy su cuarta victoria del año, coqueteando con el límite, ya que se ha "colado" dos veces por el camino, pero todavía tiene la capacidad de que su principal oponente se mantenga alerta. La diferencia de 20'33" no es una desventaja insalvable teniendo en cuenta cómo se las gasta el Dakar.
Mitch Guthrie avanzaba sin tantas preocupaciones en la categoría Challenger, ya que, con una ventaja de aproximadamente media hora sobre Cristina Gutiérrez, podía contemplar tranquilamente cómo el argentino Nicolás Cavigliasso, asistido por su esposa Valentina Pertegarini, se unía al club de los ganadores de etapa.
En esta misma clasificación, el canario Pedro Peñate no ceja en su empeño de intentar alcanzar el top ten, hoy vuelto a finalizar en la posición 17, lo que le permite conservar el puesto 12 de la general.
Xavier de Soultrait, líder de la categoría SSV, puede permitirse el lujo de adoptar una estrategia de gestión de la carrera a la luz de los percances sufridos por João Ferreira.
En la carrera de camiones, Gert Huzink logra el mejor tiempo en la especial, pero sin inquietar a Martin Macík, cómodo en lo más alto de la general con una ventaja de casi dos horas sobre Aleš Loprais.
Foto: Jennifer Lindini
