Sébastien Ogier no va a poder hacer otra muesca más a esa estadística tan rotunda que da mayoría de triunfos en el Rally de Suecia a pilotos de apellido escandinavo. El francés tuvo un error de concentración en el primer tramo del día y, como tantos otros, vio cómo todas sus opciones se desvanecían al encallar el Polo R WRC en un banco de nieve. Necesitó cuatro minutos y medio en sacarlo de ahí.
El resbalón del campeón del mundo propició el relevo inmediato de un Andreas Mikkelsen en estado de gracia. El noruego encara su segunda temporada (primera completa) como oficial de Volkswagen Motorsport y tiene prisa por demostrar que no se han equivocado con él. Pero Jari-Matti Latvala, que venía acechándole le tomó la delantera cuando el ex de Skoda se fuera largo en un viraje afeitando un banco de nieve. Fue un suspiro, pero lo suficiente para que el finlandés, ganador aquí con Ford en 2011 y 2012, se pusiera líder.
Latvala pareció ir despegando en cabeza, pero esos mayores riesgos que fue tomando se tradujeron en un desgaste de los neumáticos y sus clavos que acabó pagando en el tramo 15, el penúltimo, cuando Mikkelsen se puso a menos de cinco segundos de él. En la súper especial de Karlstad que ponía el punto y seguido a esta segunda etapa que fue doble campeón del IRC aún dio otro arañazo a la ventaja de su compañero con un scratch que lo situó a 3,6’’.
¿Órdenes de equipo?
La lógica dice que después de haber perdido Ogier cualquier posibilidad de adjudicarse su segunda victoria de la temporada y segunda consecutiva aquí en Suecia, Volkswagen Motorsport bien podría imponer el statu quo para la tercera y última etapa. Esa lucha intestina entre Latvala y Mikkelsen podría llevar a cometer algún error fatal a alguno de los dos y lo cierto es que de quedarse todo como está sería un buen resultado para los dos. El finlandés lograría su tercer triunfo en Suecia –segundo con el Polo R WRC– y el noruego conseguiría su primer podio mundialista absoluto.
Esa carrera de relevos entre los chicos de Jost Capito –incluido un Ogier que a golpe de scratch recuperó once posiciones– ha propiciado que la competencia se quedara descolgada. Ott Tanak (Ford Fiesta RS WRC), que deslumbró el jueves, no tuvo su día y cayó hasta la quinta posición viéndose superado tanto por Mads Ostberg (Citroën DS3 WRC) como por Mikko Hirvonen (Ford Fiesta RS WRC). Jornada de redención para los dos pilotos, especialmente para el noruego que se fue al hotel en tercera posición de la general con una ventaja de 19,7’’ respecto al finlandés y a 25’’ de Tanak.
Tras ellos acabaron un Kris Meeke que fue ganando posiciones a costa de los errores de los demás y a casi minuto y medio del ‘top five’ puede dar por bueno este primer Rally de Suecia de toda su carrera. Tras él, muy cerca, el noruego Henning Solberg (Ford Fiesta RS WRC), que hasta se permitió el lujo de marcarse un scratch, y el vigente campeón del mundo junior Pontus Tidemand (Ford Fiesta RS WRC). Ogier acabó superando a Elfyn Evans (Ford Fiesta RS WRC) en el último momento para situarse noveno. Craig Breen (Ford Fiesta RS WRC), undécimo, iniciará la última etapa por delante de Yazeed Al Rajhi (Ford Fiesta RRC), sólido líder de WRC2 con minuto y medio de margen respecto a Jari Ketomaa (Ford Fiesta R5).
Doble abandono en Hyundai
A Hyundai Motorsport no acaban de rodarle bien las cosas. Sus dos coches pasaron la barrera de la primera etapa, pero en esta segunda tanto Thierry Neuville como Juho Hänninen acabaron en la cuneta por errores de conducción. Aunque ambos venían repitiendo como un estribillo que venían a adquirir experiencia y rodar el i20 WRC, ambos tocaron la rueda delantera derecha tras golpear una roca. El belga en el primer tramo del día y el finlandés en la quinta y los dos se reengancharán el sábado.
También el polaco Robert Kubica tuvo un encontronazo con un banco de nieve y los diez minutos que perdió lo hundieron en la tabla de tiempos.
