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Ford Focus ST: la bomba que viene

  • Montará un motor Ecoboost cuatro cilindros de 250 CV
  • Su diseño difiere totalmente de la versión estándar del nuevo Focus
  • Su llegada a los concesionarios está prevista para principios de 2012

Aunque dentro del organigrama deportivo es el Fiesta RS el que le ha relevado en la línea sucesoria del Mundial de Rallys gracias al cambio de normativa FIA el Focus todavía tiene muchas alegrías que dar a los adoradores de los compactos ‘RR’. Y como primera y potente muestra, la versión ST de 250 CV que no pisará asfalto europeo hasta principios de 2012.

Con más de un año por delante, uno se pregunta qué necesidad tenían en Ford de ponernos los dientes largos de esta manera, pero esa precipitación les ha permitido tener un lugar preponderante dentro del cartel del pasado Salón del Automóvil de París. También hay que entender que el actual Focus ST, el del motor 2.5 de cinco cilindros y 225 CV de potencia no pasa el corte de la Euro V, de manera que a partir de enero dejará de comercializarse a la espera de que en un año, llegue el relevo del modelo que les mostramos en MotorEnLinea.es

Aclarado el porqué de esta anticipación, se entiende que donde el futuro ST más evoluciona dentro de su capó, en el propulsor. Desde Ford no se ha avanzado demasiada información, pero sí se sabe que el antiguo 2.5 de cinco cilindros deja su sitio a un ‘dos litros’ Ecoboost, es decir un motor de inyección directa de gasolina y sobrealimentado de la misma generación que el que ha estrenado el Mondeo o el 1.6 que impulsa al Fiesta RS WRC.

Cumpliendo escrupulosamente los principios del downsizing, la nueva mecánica reduce su capacidad, sus consumos y sus emisiones incrementando tanto su potencia (250 por los 225 CV del actual ST) y sus prestaciones (de 0 a 100 km/h en 6,5 segundos, tres décimas menos). Puesto que la restrictiva normativa Euro V ha sido el principal causante del cambio, en Ford se saca pecho afirmando que con el nuevo Ecoboost de dos litros, se ha reducido en un 20 por ciento las emisiones, mientras el consumo pasa de 9,3 litros a los 100 km a 7,5 litros.

Pero los fundamentalistas de los coches deportivos lo que valorarán por encima de esas cifras y casi a la par que sus 250 CV de potencia es su imponente imagen. Si ya la nueva generación Focus está bien plantada, la versión ST es algo así como el hermano salvaje. Lo más característico es su frontal, que sólo respeta el capó y los grupos ópticos del nuevo Focus. Desde la calandra hacia abajo sólo hay una enorme toma de aire que recuerda a modelos como el Mazda 3 MPS o el Honda CRZ. El paragolpes, con una base dividida en tres secciones y tres planos aerodinámicos no tiene tampoco nada que ver con la variante más pacífica del Focus.

Eficacia con estilo

Como en toda versión de altas prestaciones, el diseño no va por libre y cumple una función, la de conducir el aire de forma que refrigere mejor el motor y los frenos o incrementando el apoyo aerodinámico. Las tomas de aire frontales cumplen la primera misión y, la segunda, es cosa del nuevo spoiler de techo –mejorando la estabilidad a altas velocidades- o del difusor trasero, cuya forma rompe con lo que es la norma de versiones altamente deportivas de vehículos compactos. Y es que el Focus ST busca eficacia, pero con estilo, algo apreciable también en la doble salida de escape trapezoidal que emite, siempre según la marca, “un sonido adictivo”.

Las suspensiones 10 mm más cerca del suelo que en el Focus estándar también mejoran el fluir del aire por la figura del ST, pero será su puesta a punto la que deberá elevar a esta versión del compacto americano a los altares. Los frenos son exageradamente mayores, lo mismo que las pinzas que los dentellean, terminadas en un tono naranja que ha identificado al Focus ST de 2011 desde las primeras imágenes. Ford lo ha denominado Tangerine Scream, algo así como mandarina chillón que también se cuela en el habitáculo en pequeños detalles de contraste como los pespuntes de volante, pomo del cambio, paneles, visera del salpicadero y asientos. A propósito de los sillones, los firma un clásico en estas lides, Recaro, y se opta por un terminado al estilo bacquet.

Las molduras embellecedoras son específicas de este modelo, lo mismo que algunas combinaciones de tapizado o el acabado en carbono de la impresionante pantalla que preside la consola central y que en el ST da un aspecto al habitáculo de verdadero World Rally Car.

Pero volviendo al principio y a pesar de haber sido uno de los modelos portada de todos los resúmenes del Salón del Automóvil de París, el Focus ST no llegará a los concesionarios hasta principios de 2012. Así que toca esperar…

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