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Citroën C4: Quién te ha visto y quién te ve

  • El ë-C4, con 100 kW de potencia, ofrece hasta 350 km de autonomía
  • Asistente de conducción en autopista con nivel 2 de automatización

Citroën, que había entrado en una enervante espiral de crear modelos con una personalidad cada vez más difusa, parece haber encontrado otra vez el buen camino en su rumbo hacia la electrificación. Llevaba la marca algún tiempo ocupada en apuntalar su gama todocamino y ahora vuelve a poner interés en el segmento de las berlinas compactas que tantísimas ventas le ha reportado a lo largo de su historia. Y es que toda esta saga que arrancó precisamente con el primer C4 de 1928 y que siguió con los Ami 6, Ami 8, GS, GSA, BX, ZX, Xsara, C4 y C4 Cactus ha vendido más de 12,5 millones de unidades.

Como el Cactus, el nuevo C4 también tiene trazas crossover, según la marca, para darle fuerza y robustez. Consideraciones de diseño al margen, segmentos clásicos como el de los compactos o el de las berlinas, han tenido que tomar ejemplo de los todocamino para dejar de perder clientes. Lo que es indudable es la inyección que recibe de elementos de identidad de la marca, la adopción de unas líneas más musculosas y el acierto de mantener uno de los puntos fuertes de la gama de la marca francesa: la variedad de combinaciones de colores exteriores y ambientes interiores.

Igual que le afeamos un cierto conservadurismo en el pasado, en el nuevo C4 hay que reconocer que Citroën acierta al darle una silueta fluida muy coupé que conecta con una tendencia muy actual del mercado. Entre los genes SUV están las grandes ruedas de 18’’ (en versiones intermedias), las faldillas inferiores de color negro y la altura libre al suelo de 156 mm que se traducen en una posición elevada de conducción (1,22 metros), precisamente una de las razones del éxito de los crossovers y todocaminos.

Como en el nuevo C3, el frontal se configura mediante los chevrones cromados en todo lo ancho del frontal y los faros principales ubicados en una posición más baja y con tecnología LED en todas las funciones del equipo de iluminación. Tampoco prescinde de los ‘airbumps’, los protectores de carrocería que se realzan mediante inserciones de color. Detrás, los pilotos se integran en una banda negra e inaugural una nueva firma luminosa (también LED) en forma de V. El nuevo C4 mide 4,36 metros de largo, 1,8 de ancho y 1,52 metros de alto. La distancia entre ejes es de 2,67 metros.

Pero el gran titular que deja esta nueva generación C4 es que, por primera vez, entre sus variantes de motorización hay una versión eléctrica. Se llame ë-C4 y emplea un propulsor de 100 kW (136 CV) y 260 Nm y ofrece hasta 350 km de autonomía (ciclo WLTP). Citroën anuncia una aceleración de 0 a 100 km/h en 9,7 segundos y una velocidad máxima de 150 km/h.

Como otros eléctricos, este coche dispone de una función ‘brake’ para amplificar el poder regenerativo sin tener siquiera que pisar el pedal del freno durante las fases de desaceleración. Las baterías, de 50 kW/h, tienen una garantía de ocho años o 160.000 kilómetros para el 70% de su capacidad de carga. En un sistema de recarga rápida de 100 kW puede obtener un 80% de su autonomía total en media hora. Citroën ofrece la posibilidad de instalar un punto de carga en el domicilio.

También es nuevo el motor gasolina disponible con 100 o 155 CV, mientras si se prefiere la economía de consumo del diésel, hay dos escalones de potencia: 110 o 130 CV.

Citroën siempre ha tenido motivos para sacar pecho en cuanto a la comodidad de sus coches. Con el C4, un modelo de abolengo en su historia y que en su refundación debería tener un papel destacado los próximos años, vuelve a presumir al proporcionarle un equipo de suspensiones con amortiguadores progresivos hidráulicos (para las que se han registrado una veintena de patentes) y unos asientos ‘Advanced Comfort’.

Tomando como ejemplo sus modelos alto de gama, el interior mantiene características muy comunes en Citroën como la funcionalidad y el espacio, pero tamizándolas con materiales –siempre según información de la marca– mullidos y de tacto suave en salpicadero, paneles de puertas y reposabrazos y una atmósfera elegante. Todos los elementos del interior son completamente nuevos. El volante, con un gran brazo inferior, añade todos los mandos de los asistentes y el equipo de infoentretenimiento y, en versiones automáticas, integra unas levas que se mueven solidarias con él. Estas versiones también estrenan un mando en la consola hecho en metal labrado que supone un salto importante en lo que a calidad percibida se refiere.

La gran pantalla táctil sin marco y en color negro brillante de 10’’, la instrumentación digital en alta definición con un grafismo propio y el head-up display en color son sólo una muestra del alto componente tecnológico del puesto de conducción del nuevo C4. Si en el exterior hay hasta 31 combinaciones de color y paquetes, en el interior se puede escoger entre cinco ambientes distintos.

Tampoco se queda corto en asistentes el nuevo C4. Hasta una veintena de tecnologías de última generación llegan a este crossover cuyo estandarte es el asistente de conducción en autopista (Highway Driver Assist) que combina el regulador de velocidad adaptativo con función Stop&Go y la alerta de cambio involuntario de carril para ofrecer un nivel 2 de autonomía.

 

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