Triumph sigue ramificando su gama de modelos y ahora le toca a la reina de sus roadsters. Pero la Speed Triple 1200 RS no es una versión de la naked más potente de Hinckley, sino una nueva moto hecha de cero a partir de nuevo motor –por supuesto tricilíndrico– de 1.160 cc, 180 CV a 10.750 rpm y 125 Nm de par a 9.000 rpm. Una mutación más prestacional, con una electrónica y un equipamiento en consonancia, más ligera y con una línea más fornida.
El hecho de aparcar esa cilindrada 1.050 que ha caracterizado a la saga Speed Triple desde 1994 ya deja claro que el papel de la 1200 RS es capitanear la ofensiva Triumph en cuanto a prestaciones. Dicen sus ingenieros que este propulsor encierra en su bloque toda la experiencia adquirida como suministrador de motores para la categoría Moto2 del Mundial de MotoGP. Es más pequeño, 7 kg más ligero, 30 CV más potente y su ‘cuentavueltas’ es capaz de llegar 650 rpm más lejos hasta las 11.150 rpm. La marca afirma que acelera más y durante más tiempo. La reducción de la inercia del cigüeñal también hace que esa aceleración sea más instantánea.
En el nuevo motor se han rediseñado los sistemas de admisión y escape con un doble efecto: esa mejora de potencia y par, y un sonido que, aseguran, es “el mejor de la historia”. Puristas del típico silbido de los tricilíndricos, tranquilos; ese sonido permanece, pero la marca anuncia que el bramido de la admisión es más ronco.
El embrague asistido también es nuevo. Es más ligero y, siempre según el fabricante, mejora el tacto. También la caja de cambios, ahora mas compacta y con una progresión de los desarrollos optimizada. Su accionamiento se realiza mediante el Triumph Shift Assist que sube y baja de marcha de forma asistida, sin accionar la leva del embrague y sin ‘desenroscar’ ni un milímetro el acelerador.
Potencia versus peso. Ése es el quebradero de cabeza de cualquier equipo a cargo de la creación de un modelo que, como éste, tiene como bandera las prestaciones. Para que todo vaya en sintonía, la Speed Triple RS ha seguido un estricto plan de estilización que mejora en un 25% esa relación peso/potencia. Comparada con la pionera de la saga, la de 1994, esa mejora es, nada más y nada menos, que del 50%.
Sólo el chasis es 10 kg más ligero y ha sido rediseñado para que el piloto adquiera una posición más deportiva, algo en lo que tiene que ver el nuevo manillar 13 mm más ancho y unas estriberas ligeramente desplazadas hacia el centro. El equipamiento toma este mismo enfoque con suspensiones Öhlins regulables, frenos Brembo Stylema y neumáticos Metzeler de su gama Racetec RR.
Navegador integrado
El nuevo interfaz de la pantalla TFT del cuadro de instrumentos de la Speed Triple 1200 RS integra a través de la aplicación My Triumph la funcionalidad de un navegador por símbolos. Mediante el mando específico del manillar y con la intermediación de esta ‘app’ gratuita también se puede controlar el teléfono móvil, la reproducción de música e incluso una cámara GoPro.
Este interfaz ofrece dos versiones de visualización. En el terreno de controles, y dado el enfoque mucho más deportivo de este modelo, hay que poner en valor el ABS, y el control de tracción desconectable, ambos optimizados para curvas, ajustables y basados en una unidad de medición inercial de seis ejes. También dispone de un control ‘anti wheelie’ y cinco modos de conducción con uno para su uso en circuito (Track) optimizado.