COCHES
Novedad

El T-Roc tiene gancho

  • La línea exterior de aspecto más afilado gana en presencia
  • El nuevo volante multifunción presenta nuevos mandos capacitivos
  • Su funcionamiento es súper refinado y la aceleración progresiva

El T-Roc despierta, cuanto menos, curiosidad en un gran número de espectadores, una cualidad muy apreciable dada la gran oferta actual y lo heterogénea que son las preferencias de los clientes. Su popularidad así lo atestigua lo que lo convierte en un modelo fundamental en la estrategia de producto del fabricante alemán. Pero es que lo mismo podríamos decir del T-Cross o del Tiguan -aún es pronto para meter en el saco al nuevo Taigo pero tiempo al tiempo-. Qué hace entonces que casi todo lo que luzca el logo de Volkswagen parezca estar tocado por una varita mágica.

Mientras algunos fabricantes se rompen los sesos para ofrecer diseños cada vez más impactantes, en Wolfburg parece existir una única consigna a la hora de cincelar sus modelos. El T-Roc cuenta originalmente con una suerte de finura, de pureza de estilo que acentuada por una postura dinámica muy conveniente gusta mucho en general.

En esta reedición, la línea exterior de aspecto más afilado gana en presencia con unos sencillos brochazos que señalan esencialmente hacia la iluminación con tecnología LED de serie y la calandra con una estructura de nuevo desarrollo. Las lunas laterales y trasera tintadas, las generosas llantas de aleación de 19 pulgadas modelo “Misano” en acabado bi-tono y el nuevo esquema gráfico de los faros traseros con intermitentes dinámicos aportan el peso suficiente para imprimir en la carrocería un aire nuevo que en nuestra unidad de prueba con paquete R-Line exterior armoniza a la perfección con su aptitud deportiva.

A BORDO

El salto cualitativo en el interior es aún más evidente. Ya apuntamos tras su primer lanzamiento que el modelo llamado a defender el emblema de la marca dentro de la categoría SUV compacta merecía mayor atención en los acabados. Volkswagen ha puesto remedio a este aspecto redefiniendo toda la ambientación. Ahora la cubierta del salpicadero y el revestimiento de las puertas presentan un guarnecido más mullido y agradable al tacto para combinados con los ribetes decorativos en símil metálico que acompañan a los distintos elementos del decorado ofrecer un aspecto general más refinado y acorde a su estatus.

A su vez, el nuevo volante multifunción y los controles asociados al climatizador presentan nuevos mandos capacitivos, en línea con los estrenados en la familia ID., lo que simplifica en mucho su operatividad. Equipado con el Digital Cockpit Pro, el sistema incluye nueva interfaz personalizable en el cuadro de instrumentos digital y un display principal de mayor tamaño cuyas funcionalidades y servicios aumentados se pueden integrar de forma inalámbrica en el sistema.

El resto de su atractivo descansa en la posición de dominio que el conductor tiene sobre la carretera y la amplitud de la que disponen todos los ocupantes. El maletero tiene un volumen de 445 litros que con los asientos posteriores abatidos se amplía hasta los 1.290 litros.

MOTOR

El éxito del modelo también estriba en sus mecánicas si bien la marca se resiste al uso de soluciones a medio camino de la electrificación, comparativamente y en términos de eficiencia y rendimiento poco o nada tienen que envidiar a los motores equipados, por ejemplo, con hibridación leve y esto es un hecho.

Nuestra unidad de prueba equipa el que en nuestra opinión es la joya de la corona, el motor 1.5 TSI de 150 CV ahora ya, por fin, con cambio DSG de siete velocidades. Su funcionamiento es súper refinado y la aceleración progresiva hasta alcanzar la zona caliente del cuentarrevoluciones, donde la mecánica se transforma para ofrecer su verdadero potencial. Los 250 Nm de par están disponibles desde muy abajo lo que lo convierte, por momentos, en un vehículo impetuoso, un rasgo que echábamos mucho de menos en modelos actuales de gama media. Aún así, y como apuntábamos, el consumo se mantiene en cifras muy contenidas moviéndose en el entorno de los 7 litros a los 100 kilómetros, lo que no está nada mal para un vehículo con su perfil.

Y es que dinámicamente también es un portento, es ágil, estable en curvas, va bien sujeto a la carretera y la dirección es muy precisa. El cambio DSG no tiene parangón, y se ajusta con perfección a cualquier situación de conducción. El manejo con las levas del volante requiere de cierto aprendizaje. Superada esta primera fase, las sensaciones son muy buenas, disfrutando muchísimo de la conducción y sus prestaciones.

 

Autor
Redacción
Etiquetas
No hay etiquetas asociadas
Comentarios

Comente:
Por favor, use un lenguaje apropiado. Todos los comentarios serán revisados antes de su publicación, por lo que no aparecen inmediatamente.

Publicaciones y blogs

MotorEnLinea.es emplea cookies propias y de terceros para mejorar su experiencia de navegación en nuestra página web y para realizar mediciones estadísticas. Si está de acuerdo con su uso siga adelante con su visita. En nuestra política de cookies puede obtener más información.
ACEPTAR