Atención a las cositas que está haciendo Renault. Hace sólo unos días les anunciábamos la próxima presentación en el Salón del Automóvil de Munich y en primicia mundial del nuevo
Scenic ahora en versión cien por cien eléctrica y reconvertido en un crossover, dejando atrás su faceta como monovolumen de culto, hasta ahí podíamos leer.
La pasada semana se dio a conocer su nueva identidad y la sorpresa ha sido mayúscula. Su diseño es entusiasta y a pesar de su tamaño compacto -mide 4,47 m de longitud, 1,86 m de anchura y 1,57 m de altura-, las ventajas del empleo de la plataforma eléctrica CMF-EV ha permitido sacar mucho provecho
al espacio disponible. La configuración del ecosistema digital no dista mucho del empleado en el Megane E-Tech eléctrico, sí existe una actualización de sus funcionalidades y servicios conectados, al tiempo que encontramos nuevas soluciones asociadas al confort que luego detallaremos. El nuevo Scenic llegará al mercado con dos versiones de motor, de 170 CV (125 kW) y 220 CV (160 kW) y con dos tipos distintos de batería, con 60 kWh y 87 kWh, esta última con una autonomía superior a los 620 kilómetros.
Llama la atención que a pesar de las
pistas que ha ido brindando la marca desde la presentación del Scenic Vision en 2022, antesala del modelo actual, aun así, su silueta definitiva nos haya cogido desprevenidos. Un diez para Renault. La interpretación del nuevo lenguaje de diseño asociada al nuevo modelo supera las expectativas, otorgándole mucha personalidad. Es el caso del frontal, con la incorporación de la nueva firma luminosa, incluida la luz diurna en cascada en forma de cortina veneciana que ocupa los extremos, y el efecto diseñado para desarrollar el espacio reservado a la parrilla superior
formado por una trama de pequeños rombos superpuestos.
Seguimos con la vista su silueta fijando la vista en varios detalles. No pasan desapercibidas el techo con cristal panorámico inteligente Solarbay, las llantas específicas, en dos tamaños -19 y 20 pulgadas- en función de la variante de acabado escogida, y los tiradores de puertas enrasados, recurso que ya introdujo el Megane, su antecesor dentro de la nueva familia de modelos eléctricos de Renault. A ello se añaden molduras protectoras tanto en los pasos
de rueda como en los umbrales de las puertas, así como la opción de acabado bi-tono, con el techo en negro y efecto flotante al incorporar un pequeño panel triangular que hace de embellecedor.
Como el frontal, la singularidad de la zaga descansa en buena parte en la iluminación. Los grupos ópticos presentan una orientación horizontal, reservando los extremos para disponer las luces diurnas en forma de flecha y así acentuar su presencia en cualquier escenario. De nuevo el emblema, como
en la parte delantera, aparece bien visible en el centro del portón, justo encima del espacio reservado al nombre del modelo.
INTERIOR
A pesar de perder la etiqueta de monovolumen, el nuevo Scenic no renuncia al espacio como uno de los valores que mejor lo identifican. El uso de la nueva plataforma eléctrica, su generosa distancia entre ejes -2,78 metros- y el suelo plano permiten maximizar la superficie del habitáculo, beneficiando especialmente a los
pasajeros de las plazas traseras y la capacidad de carga del maletero que alcanza los 545 litros -1.670 litros con los respaldos de los asientos abatidos-.
Renault también está demostrando una envidiable destreza a la hora de utilizar los materiales, en su mayoría provenientes de fuentes sostenibles, y de organizar el interior para brindar una ambientación acogedora y de alta calidad en combinación con distintas soluciones funcionales. Uno de los objetivos es ofrecer mucho espacio de almacenamiento, lo que incluye un ingenioso reposabrazos trasero que
además de albergar dos portavasos y dos tomas USB de tipo C, incluye dos brazos desplegables aptos para acoger el teléfono móvil o una tablet como fuentes de entretenimiento ocasional para los pasajeros de las plazas traseras.
La información se fundamenta en las amplias posibilidades del sistema openR Link, basado en Android Automotive, y los servicios Google integrados. Uno de los más desarrollados aprovecha la ampliación de los parámetros de planificación de rutas de Google Maps, incluidos los de “repostaje”, para optimizar su funcionamiento en base a criterios de eficiencia.
Todos los datos, así como el resto de procedimientos, incluidos los derivados del sistema que permite ajustar de los distintos programas de personalización (multisense) -Confort, Sport, Eco y Personal- se proyectan sobre la “clásica” doble pantalla en forma de L que conforman el panel de instrumentos digital y la pantalla vertical TFT de 12,3 pulgadas.
MOTORIZACIÓN
A estas alturas de la película, no caben las medias tintas y Renault lo sabe. Los usuarios exigen más y es por ello por lo que la marca sube su apuesta incluyendo en su oferta dos versiones en cuanto a sistemas de propulsión, con 125 kW (170 CV) de potencia y 280 Nm de par, y con 160 kW (220 CV) y 300 Nm de par. También se puede escoger entre dos baterías, una de 60 kWh para una autonomía de más de 420 km, o la de 87 kWh con la que se pueden recorrer hasta 620 kilómetros con una sola carga, ambos datos aún por homologar.
Las dos opciones son compatibles tanto con los sistemas convencionales de carga doméstica (hasta 22 kW) como con los de recarga rápida (con un máximo de hasta 150 kW). A ello se une las ventajas del sistema de frenado regenerativo de cuatro niveles, seleccionables a través de los accionadores situados detrás del volante. Con una gestión acertada se consigue recuperar mucha energía y mejorar la autonomía global del vehículo.
