El piloto español de motos Carles Falcón no ha podido superar las graves lesiones sufridas tras su caída durante la segunda etapa de esta edición del Dakar. Nuestro más sentido pésame a toda la familia y amigos.
En lo estrictamente deportivo, en la octava etapa con meta en Ha’il los pilotos han tenido que enfrentarse a dos escenarios bien distintos, el primero formado por arena, a veces en forma de dunas, el segundo por una sucesión de pistas rápidas con alguno que otro sector pedregoso.
Un terreno familiar para los hermanos Benavides, que registran los dos mejores tiempos en motos. Lo que tienen en común con Mattias Ekström y Stéphane Peterhansel, protagonistas de un doblete para Audi en la etapa, es que ya no tienen opciones a la victoria final en Yanbu.
Sus ambiciones eran legítimas, su palmarés la pasada temporada les avalaba. Sin embargo, Kevin Benavides, defensor del título, y Luciano Benavides, campeón del mundo, vieron cómo sus aspiraciones se desvanecían durante la primera semana de carrera. La victoria final no está del todo descartada para el piloto de KTM, que ha remontado hasta el 5º puesto en la general con su victoria en Ha'il, pese a permanecer aún a 20 minutos de Ricky Brabec. Menos probable parece para su hermano en Husqvarna, 8º con una desventaja de casi 40 minutos. En Ha'il han firmado el primer doblete familiar de su historia en el Dakar.
Frente a ellos, la batalla de nervios está servida entre los líderes de la categoría. Echando un vistazo a las clasificaciones intermedias, cabe suponer que la estrategia de no atacar ha servido de referencia para los aspirantes al título. Líder durante la mayor
parte de la etapa, el piloto estadounidense Ricky Brabec, a la cabeza de la clasificación, concluía finalmente con el 7º mejor tiempo, lo que le coloca en una posición de salida ventajosa para la prueba de mañana, mientras que Ross Branch lo hacía "aún mejor" al registrar el 8º tiempo.
Adrien Van Beveren, que intuyó los problemas un poco tarde, hereda un tercer tiempo que puede no servirle de nada cuando todos sus compañeros de Honda le persigan rumbo a AlUla.
En coches, Stéphane Peterhansel y Mattias Ekström también empezaron el Dakar con el sueño de levantar el trofeo del Tuareg. Sin embargo, sus ilusiones se desvanecieron en el Empty Quarter. Hoy rubrican un doblete para Audi con múltiples beneficios, concretamente para los planes de su capitán Carlos Sainz. El español aún debe andarse con cuidado frente a una posible remontada de Sébastien Loeb, que perdía hoy la oportunidad de acercarse al líder del Dakar cuando un error de navegación le hizo desviarse 5 kilómetros por el campo saudí. "Más o menos perdemos lo que ganamos ayer", así es como ha vivido Loeb su Dakar en los últimos años. Ahora tendrá que completar una serie de cuatro días sin cometer el más mínimo error si quiere destronar a su rival y hacerse con el puesto de líder.
En la lucha por los puestos de honor, Guerlain Chicherit ha realizado hoy una buena especial y sube del 8º al 6º puesto en la general. Acorta, por tanto, distancias con los Toyota de Moraes (3º), De Mevius (4º) y De Villiers (5º) que persiguen a distancia al dúo Sainz-Loeb.
En la categoría Challenger, Mitch Guthrie dispone de un margen lo suficientemente amplio frente a Cristina Gutiérrez. Tal vez ese contexto es el que ha permitido a Saleh Alsaif ganar por primera vez en la categoría. El canario Pedro Peñate ha finalizado a poco más de 41 minutos del ganador de la etapa lo que le permite conservar el puesto 12 en la clasificación provisional.
En SSV, Xavier de Soultrait debería tal vez inquietarse por el hecho de que João Ferreira haya acelerado su ritmo en esta segunda semana de carrera. El portugués gana la especial del día y ahora figura a solo 7'41".
Por su parte, la serenidad reina en la cabina del camión de Martin Macík. Su primer rival no es otro que el joven Mitch van den Brink, que ganaba su primera etapa con 20 años, y que ahora vuelve a ganar un día después de su cumpleaños, a los 2