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Marco Lorenzo hereda el liderato en Teror

  • El de Skoda perdió casi 5 minutos en cambiar la rueda del Fabia WRC
  • Gran rally de Carlos Santana con su modesto Renault Clio

Marco Lorenzo salió de su asistencia convencido de poder darle la vuelta al rally. Con un setting del Ford Focus RS WRC demasiado ‘dura’ para las condiciones en que se habían disputado los tres primeros tramos, había esperanza. Pero en la segunda pasada por ‘Las Emisoras’ (7,5 km) se repitió la escena: scratch de Toñi Ponce y Rubén González (Skoda Fabia WRC), aunque con una diferencia mínima: sólo 1,6’’. Ralentizada la pérdida de tiempo respecto al líder, podía haber carrera en los otros cinco tramos que le quedaban a este 31 Rally Villa de Teror. [Ver resumen primera sección del rally]

La veteranía se imponía de momento a la juventud y las ganas en cabeza y, tras ellos, José Mari Ponce y Carlos Larrodé (BMW M3) –con neumáticos nuevos- le daban un buen mordisco a la ventaja de Ángel Marrero y Víctor Marrero (Honda Civic Type R) en esa tercera posición a la que se acercaban los tinerfeños Eduardo Domínguez-Dailos González (Mitsubishi Lancer Evo X), gracias a su tercer mejor crono absoluto en esta especial. Con este tiempo, el actual campeón regional del Grupo N tomaba ventaja en el pulso que mantenía con el lanzaroteño Rubén Curbelo (Mitsubishi Lancer Evo IX) por el control de la categoría y la quinta plaza absoluta.

Los teldenses Félix González-Juan Melián (Skoda Octavia Kit Car) confirmaban su mejoría al marcar el quinto mejor tiempo en ‘Las Emisoras’ y apuntándose a la lista de aspirantes a acabar entre los diez mejores del rally. También daban un paso adelante José Luis Barrios-Amaranto Martel (Subaru Impreza WRX STi), octavos al superar por ocho décimas a Raúl Quesada-Pedro Domínguez (Renault Twingo) y por un algo más de dos segundos a Enrique Cruz-David Rivero (Ford Fiesta).

A pesar del cúmulo de problemas que seguía dándole su Volkswagen Golf GTI, Yeray Lemes y Rogelio Peñate daban chispazos de pundonor en forma de registros más que dignos. En ‘Las Emisoras’ eran el octavo equipo más rápido y a un suspiro del cuarto.

Cambian las tornas

Se esperaba que el súper tramo de este rally, el de ‘Fontanales-Las Presas’ fuese decisivo y lo fue. Toñi Ponce pinchaba la rueda delantera izquierda en mitad del recorrido al colarse en una frenada y no tenía más remedio que detenerse para cambiar una rueda después de que Marco Lorenzo lo adelantara, muestra inequívoca de que el liderato ya era para el piloto de Ford.

El tropiezo para Ponce era considerable, porque le costó una eternidad volver a calzar el Fabia WRC. Los más de cuatro minutos y medio que perdió le arrebataban su cuarto triunfo del año -y séptimo en la historia de este rally- y lo mandaban a la decimoquinta plaza, es decir, sin opción alguna para lograr siquiera un peldaño en el cuadro de honor de esta prueba.

Al margen de ese giro inesperado en cabeza, tras el nuevo líder también había cambios. José Mari Ponce sacaba partido al juego de neumáticos nuevos y pasaba por encima de Ángel Marrero, que aún así mantenía posición de podio –el que sería el primero absoluto para él- tras el batacazo de Toñi. Además, toda esta sucesión de acontecimientos reafirmaba contra todo pronóstico el liderato del piloto de Juan Armas Honda en el liderato del Campeonato Provincial de Las Palmas de Rallys.

Eduardo Domínguez perdió en este tramo de cerca de veinte kilómetros la estela de esa tercera posición y en un terreno en el que Rubén Curbelo y Samuel Vega se sentían comodísimos, veía cómo su ventaja al frente del Grupo N se reducía hasta los 4,1’’. Con el tinerfeño y el lanzaroteño cuarto y quinto respectivamente, Quintino subía a su vez a la sexta posición con Barrios –a más de cuarenta segundos de la cabeza de su categoría- séptimo.

Enrique Cruz volvía a tomar la delantera desde la octava plaza frente a Raúl Quesada, pero ya con el Octavia Kit Car de Félix González a su estela después de ser séptimo en el tramo rey. Le seguía en ese momento en la general Lemes, que también lograba cierta estabilidad al ser el sexto más rápido en ‘Fontanales-Las Presas’.

Ya a esas alturas de rally estaba claro que el título revelación debía ir al modesto equipo formado por Carlos Santana y Pity Ramos, copiloto de Iván Armas, ausente en esta prueba al estar a punto de casarse. Los del Renault Clio superaron los problemas de frenos de la primera sección y eran terceros del grupo A y duodécimos de la general absoluta por delante de Ayose Alonso y Alberto Viera.

Marco juega solo

Con Ponce fuera de juego, a Marco Lorenzo y Néstor Gómez sólo les quedaba rematar, así que en ‘San Isidro’ se olvidaron del scratch que fue, por quinta vez en este rally, para Toñi Ponce. Los de Skoda pudieron comprobar en estos 6,32 km que la dirección del Fabia WRC estaba bien a pesar del susto de la especial anterior y decidían seguir hasta el final.

Ángel Marrero volvía a atacar aquí recortando 1,4’’ a José Mari Ponce, con lo que la segunda posición no estaba ni mucho menos decidida a falta de los últimos tres tramos, una repetición del bucle sobre el que orbitaba este 31 Rally Villa de Teror. A espaldas de este dúo, la carrera se estabilizaba hasta la XX posición. Eduardo Domínguez y Rubén Curbelo se mantenían firmes en cuarta y quinta plaza con José Luis Barrios –que aquí lograba el primer scratch de su cuenta en el grupo N- demostrando una vez más que lo suyo es la constancia al escalar a la sexta a costa de Miguel Quintino.

Ni González ni Lemes pudieron seguir con su remontada porque se chocaron con el muro de los R2. Cruz y Quesada se habían marcado una sección increíble y aunque tenían a Félix y Yeray a las puertas de esa novena plaza que ocupaba el Ford Fiesta, la lucha que llevaban los dos por el Grupo R2 iba a hacer difícil desalojarlos de ese lugar en el top ten de la carrera.

Enormes Raúl y Enrique

No es noticia ya por aquello de que no es novedad, pero aún así, sería injusto dejar de decirlo. El Grupo R2 está siendo si no la única salsa de este rally, la más sabrosa. Lleva siendo así desde que se estrenó la categoría en el Rally Islas Canarias de la temporada pasada, pero cuando parece que el toma y daca no puede seguir ganando en intensidad, Raúl Quesada y Enrique Cruz dan una vuelta más a la rosca.

La batalla continuó al reactivarse el Rally Villa de Teror con su segunda sección. El de Ford se anotó el tramo de ‘Las Emisoras’ por cuatro décimas de segundo y, en el siguiente, el de ‘Fontanales-Las Presas’, vuelta a empezar: Cruz tomaba el timón de nuevo con segundo y medio sobre el de Valleseco que respondía minutos más tarde con otro scratch y, el premio gordo, el liderato. En los seis tramos celebrados, las diferencias entre uno y otro nunca fue más allá de los 3,3’’ y volvían a la Plaza de Sintes con sólo 1,1’’.

En la Copa Toyota ENMA y tras el abandono del primer líder -Domingo Ramos-, Ayoze Benítez y Joel Benítez (Toyota Yaris TS) se asentaron en esa plaza de privilegio y mucho más tranquilo que Raúl Fernández-José Vega (Toyota Yaris TS) y Basilio Hernández-Orlando Rivero (Toyota Yaris TS), separados por 1,2’’ en segunda y tercera posición a falta de los tres últimos tramos.

Y en Promoción, al margen del lanzaroteño Rubén Curbelo, líder destacadísimo con su Lancer Evo IX, Francisco López-Esteban Santana (Renault Mégane Coupé) se mantenían sin problemas en segunda posición, pero con otro conejero, Jesús María Lemes-Iván Rodríguez (Renault Clio Williams) a continuación.

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