Casi un año después de que aterrizara en Canarias la segunda generación de la carrocería cinco puertas del cee’d, ahora llega la variante Sportswagon, la más familiar, la más espaciosa y la que más punta saca a la redefinición de sus cotas para proponer un maletero de 528 litros de capacidad.
Al ser 19,5 centímetros más largo (4.405 mm en total), 1,5 centímetros más alto (1.485 mm) y compartir esa batalla de 2.650 mm común en todos los cee’d y que es de las mayores de su categoría, las posibilidades de esta versión ‘SW’ a la hora de cargar más y mejor el interior son enormes. Si ya de entrada el volumen de su maletero es un 39 por ciento superior al cinco puertas, con los asientos traseros plegados y cargado hasta el techo alcanza los 1.642 litros, un 25 por ciento más. El portón también se ha puesto al día no sólo para adaptarse al fenomenal estilo del nuevo cee’d, también para elevarse hasta los 1.888 mm creando así un acceso cómodo y sin obstáculos al compartimento.
Pero el Sportswagon es más que un maletero y esa mayor amplitud de cotas también se destina a los ocupantes de la cabina. Así, aunque la mayor altura de techo es de sólo 1,5 cm, el rediseño del interior permite que esta cifra se convierta en 2,1 cm en las plazas delanteras y 2 cm en las traseras.
A ello hay que sumarle que el interior repite, una por una, todas las virtudes de esta nueva generación del cee’d: materiales de mayor calidad y un diseño totalmente armonizado con lo que hoy es Kia que, en suma, mejoran la ergonomía, el confort y permiten reducir de manera considerable los niveles de ruidos, vibraciones y asperezas (NVH). Es decir, un coche mucho más refinado y del gusto del público europeo, sin duda el más exigente en este punto. Ayuda la llegada del sistema Flex Steer, la dirección asistida que sobre tres programas (Confort, Normal y Deportiva) varía su nivel de asistencia para adaptarse a las preferencias de quien toma el volante o del tipo de conducción que se desea poner en práctica.
Desde fuera el cee’d Sportswagon no tiene absolutamente nada que envidiar a su hermano de cinco puertas ni siquiera en términos de deportividad de su diseño. Lejos de ser un lastre estético, la zaga le aporta personalidad incluso desde una perspectiva totalmente lateral. La proporción de superficie acristalada del último cuarto trasero, la forma en cuña casi a juego con el techo en caída libre hacen que el apelativo ‘ranchera’ parezca casi un insulto aplicado a este coche.
La nueva generación cee’d traen bajo el brazo las nuevas luces de circulación diurna con LED, la iluminación estática de curva (que ilumina el interior en virajes a baja velocidad) y, como equipamiento top en este punto, los faros de xenón direccionales que desvían el haz de luz al negociar un giro para mejorar la visibilidad nocturna. También es una nueva incorporación al equipamiento del Sportswagon el asistente de estacionamiento que gobierna la dirección para realizar de forma rápida y segura una maniobra de aparcamiento en línea.
Equilibrio en motores
En cuanto a motores, la oferta no puede estar más compensada, ya que son dos gasolina y dos diesel con unos niveles de potencia muy parejos. El 1.4 MPI de 100 CV y el 1.6 GDI de 135 CV tienen su réplica en gasoil con el 1.4 WGT de 90 CV y el 1.6 VGT de 128 CV. Se prevé que sea precisamente éste último con turbocompresor de geometría variable y 260 Nm de par máximo el que tenga mayor predicamento en nuestro mercado no sólo por sus prestaciones, también por su economía de consumo: 4,4 l/100 km, dos décimas menos en versiones con tecnología ISG que incluye el sistema Start&Stop. Su nivel de emisiones parte de 116 g/km de CO2.
Kia se ha volcado también en cuanto a transmisiones. El 1.6 VGT puede montar una caja manual de seis relaciones o una automática con levas en el volante como opción. En el otro extremo, el Gamma GDI 1.6 con inyección directa de gasolina también puede disponer de la nueva transmisión de doble embrague DCT como alternativa a la manual convencional.
El umbral de la gama cee’d Sportswagon es el 1.4 de 100 CV en acabado Concept S cuyo precio –Plan PIVE incluido– es de 12.300 euros.