Los Peugeot 3008 y 5008 ya están disponibles con la última generación de motores diésel adaptados a la normativa Euro6 sobre emisiones pero, qué entraña esta limitación.
Desde 1993, Europa ha establecido una serie de plazos para la paulatina reducción de emisiones contaminantes perjudiciales para la salud a través de una serie de normativas. La Euro6, la más exigente hasta el momento y que ha entrado en vigor este año, es especialmente rígida con los motores diésel, obligando a los fabricantes a reducir ostensiblemente las emisiones combinadas de hidrocarburos y óxidos de nitrógeno.
Hecha esta explicación, el crossover y el monovolumen compacto de Peugeot cuentan a partir de este momento de los propulsores 1.6 BlueHDi 120 y 2.0 BlueHDi 150. Estos se ajustan a la última norma a través de la implementación de tres elementos diferenciales, el filtro de partículas con aditivo, el catalizador (Selected Catalictic Reduction) y un dispositivo Stop & Start. Las ventajas de esta tecnología son una reducción del óxido de nitrógeno (NOx) de hasta un 90 %, la optimización de las emisiones de CO2 y el consumo de combustible y la eliminación del 99,9 % de las partículas.
Todas las ventajas de BlueHDi permiten al 3008 ofrecer unos registros en materia de emisiones desde 108 g/km de CO2, y al 5008 desde 109 g/km.