Después de que las aguas, que bajaban revueltas desde el pasado lunes, se amansaran ayer y volvieran otra vez a su cauce, se han agitado hoy de nuevo, en cierto modo... Un pinchazo durante la segunda parte de la especial, y, sobre todo, un fallo en la caja de cambios, que se negaba a pasar de tercera velocidad con la meta casi a la vista, ha vuelto a desatar la tensión en el interior del buggy con el que Carlos Sainz y Lucas Cruz se encaminan, pese a todo, hacia la conquista de su segundo Dakar.
Aunque, por momentos, han llegado a temerse lo peor, especialmente cuando el cambio ha comenzado a renquear durante los compases finales del recorrido, la dupla española ha conseguido salvar la papeleta y, por ende, el liderato de la carrera, al término de la especial más larga de todo el rutómetro (523 kilómetros cronometrados).
Carlos y Lucas han entrado novenos, a 18 minutos de Nasser Al-Attiyah, que se ha anotado hoy su tercer triunfo de etapa por 2´03" de diferencia sobre Stéphane Peterhansel. Un día más, Monsieur Dakar ha salido a por todas, con el consentimiento de Peugeot, para tratar de ejercer presión sobre su compañero, al que ha enjugado 16 minutos gracias a los problemas que ha experimentado el madrileño en el transcurso de la jornada. Una ganancia que cifra ahora en tres cuartos de hora la deuda de tiempo que mantiene el francés respecto al Matador antes de las dos etapas finales.