El sector de la automoción, como toda la sociedad canaria, está en shock. El coronavirus ha paralizado toda actividad económica más allá de la permitida en el Real Decreto 463/2020 por el que se decretó el pasado 14 de marzo el Estado de Alarma por parte del Gobierno de España. Desde entonces, las asociaciones sectoriales viven en un permanente gabinete de crisis, como el que Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto), ha creado para gestionar esta situación sin precedentes.
Manuel Sánchez, presidente de la Patronal de Concesionarios de Automoción de Canarias (Aconauto), es uno de los integrantes de este comité que ha sido uno de los interlocutores con el Gobierno central. Horas después de reunirse con la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, hacía esta radiografía de la situación.
“Más que un duro golpe, es un golpe mortal”, asevera Sánchez, que inevitablemente compara esta situación con otros trances que ha pasado el sector en el pasado. “En las crisis de los años setenta, de los ochenta, la de 1993 o la de 2008 siempre se mantuvo la facturación. Ésta podía ser mayor o menor, pero ahora se ha cortado el ingreso de forma repentina. Es un escenario nuevo y no estamos preparados para algo así. Ni el mejor de los economistas podría haber previsto una situación de estas características”.
Una situación que se produce en un sector que al acabar el pasado año daba trabajo directo a 161.500 personas con 1.152 concesionarios y un total de 5.700 instalaciones; con 1,2 millones de coches nuevos matriculados y otro millón de coches de ocasión vendidos en todo el territorio nacional. Según estadísticas de Aconauto, el sector de la automoción da empleo a alrededor de 40.000 personas en el Archipiélago. “Es chocante porque hace solo unas semanas estábamos en el congreso de Faconauto repasando estos datos y ahora el panorama es desolador”, señala quien desde hace 2013 lleva las riendas de Mazda en Canarias.
Con ese peso específico en la economía nacional y regional, una de las mayores preocupaciones era trasladar al Gobierno la necesidad de flexibilizar plantillas y el acceso a líneas crediticias. “Era fundamental que hubiera una sensibilidad hacia los ERTE, que no hubiera una obligación de cotizar y que se establecieran unas líneas de crédito. No se puede perder de vista que el ticket medio en nuestro negocio es de 20.000 euros, por lo que este factor es fundamental para la supervivencia de las empresas”.
Conocido ya el paquete de medidas aprobado por el Consejo de Ministros este martes 17 de marzo, el presidente de Aconauto considera que se ha escuchado al sector. “El Gobierno ha cogido el toro por los cuernos y después de que Alemania aprobara una movilización de 500.000 millones de euros y Francia 300.000 euros, la aprobación de un plan con 200.000 millones de euros por parte del Gobierno de España es positivo. Falta ver el BOE y leer la letra pequeña, pero es un buen paso. Se nos ha escuchado”, valora.
El caso canario
Preocupa en la patronal regional los efectos que este paréntesis puede tener en el sector canario por la influencia que tiene el turismo en la economía local y, también, en el global de matriculaciones anual. En los últimos ejercicios, el número creciente de visitantes ha llevado a las empresas de alquiler a acaparar cerca de un tercio de las compras de vehículos nuevos.
“Nos dirigimos al cero turístico y eso va a suponer que cien mil coches de empresas de alquiler van a quedarse por primera vez en la historia parados. Va a ser la primera vez que los ‘rent a car’ tengan que detener su actividad y eso va a tener consecuencias ahora y en los próximos años. Nos preocupa mucho que superada la alerta sanitaria el turismo sea capaz de recuperarse con la velocidad que necesita nuestra economía”, apunta Sánchez, que también considera que el bloqueo de las empresas de alquiler provocará una ruptura en la cadena de suministro de coches de ocasión, un mercado que da salida a esos vehículos y que, a su juicio, se verá irremediablemente afectado.
