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Supermotard en estado puro

  • La Factory es una versión especial marcada por su mayor agresividad
  • Su equipamiento es mucho más exclusivo
  • El motor bicilíndrico en V mantiene intactas sus prestaciones

Un sobrenombre símbolo de exclusividad, singularidad y provista de la tecnología más avanzada para asegurar una sensación única de conducción bajo unos criterios estéticos que revolucionan el concepto básico de una Supermotard.

La línea esencial de la nueva Dorsoduro Factory se caracteriza por el uso generoso de la fibra de carbono contrastando con el llamativo color rojo de su chasis tubular en acero, asegurando el placer de exhibir un objeto único, diferente a cualquier otra propuesta del mercado en el ámbito de las Supermotard. El asiento en negro con los pespuntes en rojo de diseño personalizado, los cubremanos o el cuadro de instrumentos donde se informa al conductor mediante una combinación de relojes en analógico y digital, son sólo algunos detalles que se aferran a la larga tradición de Aprilia. Una tradición que alcanza su grado máximo mediante la utilización del diseño y los mejores componentes para asegurar la máxima seguridad y por tanto, mayor divertimento.

La nueva Aprilia Dorsoduro Factory parte con las mismas cualidades en cuanto a prestaciones que el modelo de referencia pero mejorando sustancialmente su relación peso potencia. El motor bicilíndrico en V de 4 tiempos y 750 cc mantiene su rango en 92 CV y un par máximo de 82 Nm a 4.500 rpm, revelándose como la opción más idónea  al hacer más efectivas sus cualidades mediante la utilización de componentes de primera línea.  

Esta riqueza en el equipamiento se materializa en elementos tan importantes como la suspensión, suministrada en esta ocasión por Sachs. La horquilla invertida, en color dorado, de 43 mm de diámetro es regulable en precarga y extensión permitiendo, como es propio de las supermotard, un recorrido máximo de 160 mm, dirigido a pilotos habilidosos que quieren encontrar una puesta a punto idónea que les asegure mayor interactuación con la carretera. En el tren trasero se recurre a un amortiguador de gas con depósito separado unido al basculante de forma horizontal (Cantilever), lo que otorga mayor amortiguación y estabilidad a todo el conjunto.

También los frenos han experimentado un cambio fundamental frente a la versión estándar. Unas pinzas radiales Brembo de 4 pistones sobre dos discos flotantes de 320 mm se complementan con otro de 240 mm en la parte trasera y que unido a la efectividad de los latiguillos metálicos aseguran toda la potencia de frenada disponible.

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