Con el anuncio de su participación en el próximo Dakar como equipo oficial dentro de la nueva categoría ‘Stock’, la actualización del Land Rover Defender toma una nueva dimensión. La renovación tanto a nivel de diseño e interiores, como la batería de mejoras tecnológicas asociadas a las versiones 90, 110 y 130,
pero sobre todo al nuevo buque insignia, el Defender OCTA, se convierten en expresión de lo que veremos durante su aventura en la prueba de rally raid más exigente del mundo.
Las tres carrocerías del Defender lucen ahora una imagen aún más poderosa gracias a unos nuevos parachoques y a detalles como los faros delanteros, rediseñados y con una firma lumínica distintiva. Son de serie los faros antiniebla y los pilotos traseros enrasados con lentes tintadas en oscuro. La nueva barra de parrilla en negro brillante y las llantas de 22 pulgadas en Dark Grey diamantado completan
una estética que no pasa desapercibida.
Se incorporan también nuevos colores, como el elegante Borasco Grey, o el intenso Woolstone Green, que evoca, afirman, paisajes británicos con su mezcla de mica amarilla y aluminio medio.
El habitáculo incorpora una pantalla táctil de 13,1 pulgadas, mejor posicionada sobre la consola para un uso más intuitivo del sistema de infoentretenimiento. El rediseño de la consola central permite mayor aprovechamiento del espacio, con compartimentos ocultos, mayor espacio de
almacenamiento y prácticos bolsillos laterales extraíbles, disponibles con el paquete Signature Suite.
La ambientación interior mantiene su versatilidad, permitiendo hasta tres plazas en la fila delantera en varias versiones. También se introducen nuevos sistemas de asistencia a la conducción, como el Monitor de Atención del Conductor, que emplea una cámara para evaluar el estado del conductor y emitir alertas si detecta distracción o fatiga.
No obstante, lo más interesante se asocia al apartado off-road. Se introduce por primera
vez el Control de Crucero Todoterreno Adaptativo, una evolución del All Terrain Progress Control. Este sistema permite fijar el nivel de confort deseado mientras el vehículo ajusta automáticamente su velocidad en terrenos irregulares, facilitando la conducción sin sobresaltos.
Además, el Defender 130 incorpora ahora, como opción, un compresor de aire integrado, ideal para ajustar la presión de los neumáticos según el terreno.
La joya de la corona es el Defender OCTA. El modelo que representará a la marca en competición, es el más potente y extremo de la gama. Equipa un motor V8 biturbo de 4.4 litros con 635 CV, suspensión 6D Dynamics y asientos Body and Soul, con un modo OCTA exclusivo para todoterreno de alto rendimiento.
Estéticamente se distingue por su acabado exterior Textured Graphite, con parachoques, rejillas e inscripciones del capó en tono Phosphor Bronze. Se amplía la paleta con nuevos colores como Sargasso Blue y Patagonia White en acabado mate mate, también disponible en los V8 de 5.0 litros.
Esta versión puede equipar detalles en fibra de carbono laminado, llantas forjadas de 20 pulgadas y una amplia selección de combinaciones interiores, poniendo de relieve también su faceta de modelo de alta gama.
