Dice el famoso tango de Gardel aquello de “que veinte años no es nada” y aunque las nieves del tiempo sí han plateado la sien de Fernando Capdevila, el ‘ex ex piloto’ tinerfeño demostró que 19 años después de su último ‘El Corte Inglés’, aún guarda calidad suficiente en sus manos para dar guerra a rivales aún en activo. Y qué rivales... Luis Monzón y José Mari Ponce.
Aunque hablamos de todo un subcampeón del mundo de Grupo N, no debió ser fácil para Fernando. Primero por el recorrido de una edición del Rally Islas Canarias que recuperaba su formato de dos etapas con quince tramos, algunos con una longitud cercana a los 25 kilómetros. Condiciones al fin y al cabo a las que ‘Copi’ no se enfrentaba desde mucho tiempo atrás.
El Focus RS WRC, un coche que ya había ganado este rally en tres ocasiones en manos de Alfonso Viera (2008 y 2010) y Marco Lorenzo (2011), podía ser argumento suficiente para mantenerse peleando con Monzón por la victoria. Pero el motor llegó de la última puesta al día en M-Sport con algún defecto que hizo que devorara aceite tras un primer bucle en el que la imagen de Capevila y su copiloto, David Rivero, fue muy buena. Los de Ford habían terminado los tres primeros tramos a sólo siete segundos del líder provisional del autonómico y por delante en ese ‘segundo rally’ de nombres como Sergio Vallejo o Alberto Hevia.
Pero el repentino desfallecimiento del motor hizo que el equipo tinerfeño decidiera defender esa segunda posición y no correr riesgos innecesarios. Aún así, después de los otro doce tramos restantes, el Focus llegó por los pelos a la meta final del Parque Santa Catalina sin presión alguna de aceite. Capdevila tenía razones para estar contento al terminar en la segunda plaza del autonómico y del provincial de Las Palmas de rallys. “Estoy más que orgulloso del trabajo realizado en un rally que pudo parecer fácil desde fuera, pero que se nos complicó con un motor a cero kilometros que vino defectuoso. Gracias a Dios tenemos tres meses hasta el próximo rally y se podrá mandar a M-Sport para revisarlo”, explicó.
Al margen de problemas, las sensaciones fueron fantásticas. “Me sentí como si esos 19 años fueran 19 días. El Focus es una maravilla técnica que hace que te sientas seguro y puedas ir muy rápido desde el primer momento”. Y aunque bromeó sobre el hecho de que de las tres leyendas que coincidieron en el podio del Parque Santa Catalina, él era un desconocido para la mayoría del público por el tiempo que llevaba retirado, ‘Copi’ reconoció al llegar a meta que había sentido el calor en los tramos. “Le agradezco a la afición el cariño que me han demostrado en cada curva, ha sido muy emotivo, y sobre todo gracias al trabajo de todo el equipo Copi Sport que ha realizado un milagro”. De su copiloto, David Rivero, afirmó que merece “una mención aparte”, por tener “las narices de sentarse al lado de un jubilado a los mandos de este fantástico aparato”.
Fotos: Rayco Suárez.
