Da gusto comprobar que, a pesar de que la industria está cada vez más volcada en la electrificación, todavía quedan fabricantes dispuestos a defender los principios que amparan la pasión pura por la conducción. Toyota es uno de ellos y los prototipos GR GT y GR GT3 son un buen ejemplo.
Ambos nacen con la intención de reivindicar que, en la industria, todavía queda espacio para las sensaciones auténticas, aquellas que conectan con la parte más emocional del conductor. Para ello, reunidos alrededor de una única mesa de trabajo, pilotos profesionales, ingenieros y el gran valedor del deseo de no abandonar nunca este principio, Akio Toyoda, presidente de Toyota Motor Corporation.
El GR GT encarna el concepto de coche de carreras adaptado a la carretera. Está equipado con un nuevo motor V8 biturbo de 4.0 litros combinado con un motor eléctrico
que, situado delante de la transmisión automática de ocho velocidades, ayuda a compensar el retrasa momentáneo en la respuesta del par. Toyota anuncia más de 650 CV y 850 Nm. El chasis es totalmente de aluminio y tras su configuración y la colocación de todos los elementos, el peso se distribuye en proporción 45:55, priorizando un centro de gravedad extremadamente bajo, clave para lograr la estrecha comunión entre el usuario y el vehículo.
Para su desarrollo se ha invertido el proceso habitual, la aerodinámica fue la prioridad para posteriormente dar forma al diseño exterior.
En dicho proceso participaron ingenieros con experiencia en el WEC (Campeonato del Mundo de Resistencia FIA). Una vez conseguido un “modelo aerodinámico” que consideraron ideal, entraron a hacer su trabajo los diseñadores de exteriores dando lugar a esta joya del rendimiento.
Por su parte y para conformar la cabina, se priorizaron aspectos como la ergonomía, la visibilidad y la protección. Se buscó la posición de conducción ideal al tiempo que se prestó particular atención a la operabilidad, colocando los botones relacionados con la conducción cerca del volante al tiempo que se definía el ancho, la altura y la posición de las pantallas para que la interacción fuera perfecta.
Junto al GR GT y con la misma arquitectura,
Toyota también desveló el GR GT3. Nunca sabremos que idea surgió primero, lo que está claro es que la marca quiere convertirse en una referencia para equipos profesionales y amateurs, ofreciéndoles una alternativa de lo más apetitosa ajustada a los principios normativos de la categoría GT3.
Mantiene los pilares técnicos de ligereza, rigidez y aerodinámica. También comparte su base mecánica en el nuevo V8 biturbo, así como el uso de multitud de componentes para optimizar costes y desarrollo. Toyota Gazoo Racing, además, prepara un ecosistema completo de soporte para los clientes que compitan con él, una estrategia similar a la vista en fabricantes como Porsche
o Mercedes-AMG.
Ambos modelos han sido creados desde un principio como si de un vehículo de alta competición se tratara. Simuladores de última generación, miles de kilómetros en Fuji, Nürburgring y Shimoyama, y componentes heredados de alta competición como los frenos carbocerámicos Brembo y los neumáticos Michelin Pilot Sport Cup 2 dan forma a estos prototipos diseñados para
ofrecer rendimiento extremo. Incluso el sonido ha sido estudiado para que el conductor perciba el latido del motor en todo momento.
De momento los dos prototipos siguen en desarrollo y su lanzamiento no se producirá hasta 2027. Lo que está claro es que Toyota sigue desafiante. El listón está alto, pero todo apunta a que están preparados para saltarlo.




